El cernícalo primilla (falco naumanni) es una rapaz diurna migradora que ocupa regiones de clima cálido con presencia de estepas más o menos naturales y zonas de cultivo. En época reproductora gusta de los ambientes urbanos y humanizados para hacer sus nidos, aunque también de edificaciones aisladas en el campo. Para cazar prefiere las zonas ganaderas o agrícolas con cultivos de secano.

Selecciona linderos, eriales, barbechos y rastrojos a fin de encontrar su alimento, sobre todo invertebrados, insectos grandes o medianos como ortópteros y coleópteros (especialmente saltamontes y grillos). En menor medida caza micromamíferos (ratones, topillos...) y pequeños reptiles (lagartijas) que es capaz de capturar desde el aire.

El primilla es importante para el equilibrio natural porque tiene un notable papel o función como agente eliminador de plagas nocivas en la agricultura

Ubica sus nidos preferentemente en huecos de paredes, mechinales o bajo teja. Según recoge el proyecto Life ZEPA-Urban, la puesta, de entre 4 y 5 huevos, tiene lugar en Extremadura a finales de abril o principios de mayo, prolongándose la incubación, en la que intervienen ambos sexos, durante 28 días. Los pollos comienzan a volar en torno a los 35 días de su nacimiento.

Aunque algunos ejemplares permanecen en el sur de España e Italia, entre septiembre y octubre la mayoría migra a las tierras cálidas de África, donde permanecen hasta el mes de febrero. Luego regresan a su área de reproducción, que se extiende por toda la cuenca mediterránea (desde la Península Ibérica a los Balcanes), las cuencas de los mares Negro y Caspio, Oriente Próximo, las estepas asiáticas y las tierras de China.

Se estima que la población mundial no supera hoy las 100.000 parejas (un tercio están en Europa). Su principal amenaza es la pérdida de hábitat de alimentación en las áreas de cría y dispersión, debido a cambios en los sistemas tradicionales de la agricultura como la transformación de las zonas de secano en regadío y el uso indiscriminado de insecticidas.