Todo o casi todo tiene subvención del ayuntamiento: las organizaciones vecinales, los colectivos juveniles, los equipos deportivos, las cofradías, los eventos culturales, la universidad a distancia, las asociaciones sociales, los sindicatos municipales... Además están las transferencias que se hacen para actividades culturales, como las que con cargo al presupuesto municipal se aportan al consorcio del Gran Teatro para su programación o el festival Womad. Y por último están las que se presupuestan para servicios que son deficitarios, lo que no se cubre con la tarifa se compensa con el presupuesto del ayuntamiento, es lo que pasa con el autobús urbano o las piscinas municipales. Sin la que se concede para el autobús urbano, que es la de mayor importe, la suma no supera el 5% del total de un presupuesto de casi 70 millones de euros.

En el plan de saneamiento que se aprobó hace diez años para el periodo 2009-2015 se propuso la reducción progresiva de las subvenciones. En los últimos años se han mantenido y algunas se han incrementado. Las subvenciones nominativas para colectivos sociales (106.000 euros) o las deportivas para equipos de élite (más de 300.000 euros) o de libre concurrencia para la promoción del deporte base (casi 200.000 euros) están entre las que se llevan las mayores aportaciones si se exceptúa la del autobús urbano (3.000.000). Desde ese plan de saneamiento, salvo un reajuste propuesto en las subvenciones deportivas en un plan posterior al del 2009, no se ha hecho un nuevo planteamiento sobre las subvenciones.

Una subvención, la de los festejos taurinos, ha sido motivo de debate en numerosas ocasiones en esta legislatura. El jueves, antes del pleno extraordinario que celebró la corporación local, uno de los ediles, mostrando su hastío por un asunto que se repite una y otra vez, calificó esta legislatura como la de los toros.

En la pasada legislatura y en la actual, desde el gobierno local (PP) se ha defendido que el ayuntamiento aporte una subvención para los toros, de 25.000 euros inicialmente y que llegó a aumentarse a 40.000, cantidad que nunca se aprobó. La subvención era para cubrir el déficit que iba a tener la organización de los festejos taurinos con las condiciones de calidad que pedía el ayuntamiento y por la reducción del aforo de la plaza de toros para cumplir con las condiciones de seguridad necesarias. Aunque una cosa es cubrir el déficit de un servicio básico como es el transporte público y otra es cuadrar las cuentas de un empresario taurino.

Pero lo mismo que se ayuda al presupuesto de un equipo de baloncesto o de fútbol a cuyos partidos acuden los aficionados de la ciudad, también se puede hacer para que haya festejos taurinos de calidad en la feria de mayo, porque los toros también tienen sus aficionados.

El debate es qué se tiene que subvencionar: todo o casi todo como ahora, ayudas reguladas en la ordenanza de subvenciones, o si, como se argumentaba en el plan de saneamiento de 2009, hay que replantearse las subvenciones.