Desde que La Caixa echó el cierre a su oficina de la plaza de Colón, su fachada comenzó a ser presa fácil de las empresas publicitarias que indiscriminadamente la utilizaban para promocionar conciertos. Allí había de todo: desde Melendi hasta Jorge Javier Vázquez paseaban su palmito en este lugar que se había convertido en una verdadera página de publicidad.

Los vecinos del barrio habían denunciado hacía varias semanas en declaraciones a este diario la situación en la que se encontraba la zona e incluían esta exigencia: la limpieza del local. El pasado martes comenzaron los operarios, que ayer terminaron su labor. Eliminaron con paciencia todos los carteles, después pintaron la fachada y, finalmente, colocaron el cartel de ‘Prohibido fijar carteles’. Una de las cristaleras, que ha quedado liberada de anuncios, luce ya: ‘Local disponible’.