El pasado 2 de febrero Vox hizo su puesta de largo en la capital cacereña, con un acto en el que participó el secretario general de la formación, Javier Ortega Smith. Congregaron a más de 700 personas en el Hotel Extremadura. Había otras tantas fuera, pero en este caso para mostrar su rechazo a las políticas que defiende este partido, en una manifestación organizada por la Asamblea Antirrepresiva de Extremadura. Se trataba de una concentración ilegal por lo que la Policía Local y la Policía Nacional intentaron disolverla.

La actuación se saldó con dos detenidos a los que se acusa de agredir a uno de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía. De momento el caso se encuentra en fase de instrucción y se ha dado traslado al Ministerio Público para que formule acusación. Podría tratarse de un delito de atentado a la autoridad, por el que pueden enfrentarse a penas de uno a cuatro años de cárcel; o de un delito de resistencia o desobediencia a la autoridad, que supondría una sanción económica.

Según ha declarado el policía, en el transcurso de la disolución de la concentración, que no estaba autorizada, solicitó el DNI a uno de los acusados, que se negó a dárselo. Como consecuencia de ello asegura que le dio un manotazo y le empujó. Acto seguido el otro acusado, según su versión, le propinó una patada para que se cayera al suelo. Tuvo lesiones leves que tardaron en curar 15 días.

22 Y 25 AÑOS / Los detenidos, dos jóvenes de 22 y 25 años, niegan su versión. Según indica el abogado que defiende a uno de ellos, Crescencio Canelo, el acusado al que se le pidió la identificación nunca se negó a dársela. Lo que ocurrió fue, según él, que el agente no esperó a que sacara el carné del bolsillo y la emprendió contra él. El otro acusado también niega que le agrediera. Asegura que él estaba charlando con otros manifestantes cuando ocurrió este hecho y que, sin razón alguna, le tiraron al suelo.

No se explican por qué comenzaron las cargas policiales y creen que se les detuvo a ellos porque eran los que estaban más cerca de los agentes. De hecho al ser reducidos por la fuerza, sufrieron lesiones. Uno de ellos, a consecuencia de la actuación policial, terminó con un ojo morado y las rodillas rozadas de haber sido arrastrado por el suelo. «Ellos no entienden por qué se les tiró al suelo porque no hicieron nada», afirma el abogado. Y aseguran que desde que dieron la orden de disolver la manifestación hasta que comenzaron las cargas pasó «menos de un minuto».

El enfrentamiento con la policía se produjo después de que los simpatizantes de Vox estuvieran dentro del hotel, donde se estaba desarrollando el acto. De hecho entre los manifestantes y los miembros del partido solo hubo intercambio de acusaciones, sin llegar a más.

Los detenidos pasaron la noche en la comisaría hasta que fueron puestos a disposición judicial, que decretó su puesta en libertad. A la salida de los juzgados estaban esperando compañeros para apoyar a los manifestantes.