La Asociación Geológica de Extremadura (AGEx) cree que, de confirmarse la importancia del descubrimiento de las dos cavidades halladas en Cáceres, estaríamos ante "un producto turístico de gran potencial", complementario con las otras cuevas de la ciudad (Maltravieso, El Conejar y Santa Ana) que ayudarían a mejorar "aún más" la oferta social y turística de la capital cacereña.

Para determinar esa importancia geológica, AGEx pone a disposición de las administraciones el conocimiento de sus asociados, ya que considera que su colaboración permitirá avanzar en el conocimiento y la información precisa de las cuevas recientemente aparecidas, para determinar su interés como patrimonio natural geológico.

Asimismo, se congratula de que la casuística, la actividad humana e industrial, al igual que ocurriera con la cantera que permitió conocer mejor la cueva de Maltravieso, ha puesto de nuevo a la ciudad en el punto de mira de la comunidad científica. Como se recordará el hallazgo se ha producido por casualidad durante la ejecución de las obras de la ronda sureste de la ciudad que han dejado al descubierto estas dos oquedades kársticas, que podrían ser "un descubrimiento de gran espectacularidad y relevancia científica".

Los geólogos recuerdan que en la zona meridional de Cáceres destaca, entre otros aspectos, una formación geológica conocida como El Calerizo, que está constituida por rocas carbonáticas. Estas rocas tienen la particularidad de formar conductos, cavidades y cuevas, ya que se disuelven con relativa facilidad por la acción de las aguas acidificicadas.

Las cuevas ya aparecidas en El Calerizo (Maltravieso, el Conejar y Santa Ana) son muy relevantes y trascendentes desde un punto de vista antropológico y de la evolución de la vida en el entorno de la ciudad. Sin embargo, en este nuevo descubrimiento son las formaciones geológicas de origen kárstico las que han tomado inicialmente el protagonismo.

Y es que en este tipo de cuevas kársticas aparecen un entramado de galerías, simas y cavernas, que generan gran cantidad de formas diversas que pueden aparecer cuando las condiciones son las adecuadas. Estas formaciones, que reciben el nombre de espeleotemas, pueden ser estalactitas (van creciendo poco a poco desde el techo y a partir de un tubo de alimentación interno), las estalagmitas (crecimiento desde abajo por goteo del techo), columnas (encuentro de una estalactita y una estalagmita), excéntricas, coladas, o banderolas (adquieren una forma ondulante).

Formas todas ellas que se han podido observar en las dos pequeñas cuevas halladas en Cáceres y que en la actualidad están siendo sometidas a un estudio geotécnico por parte de los técnicos de la Junta de Extremadura para determinar su importancia arqueológica.