La comunidad extremeña alberga un rico patrimonio histórico artístico. A lo largo y ancho de la región existen muchos edificios de tipo claustral (ya sean antiguos o de moderna construcción, por ejemplo hoteles), que suelen tener complicaciones para su aprovechamiento. Estos claustros o patios rodeados de galerías porticadas se encuentran expuestos al agua, al frío, al viento... «Muchos no se utilizan porque no tienen cómo hacerlo, y esta falta de uso a veces degenera en su ruina».

Así lo explican Aurelio Sanabria y Crecente Duchel, socios y fundadores de la empresa Cressa Ingenieros, con sede en Santa Cruz de la Sierra y con oficina también en Trujillo. Además de sus dos líneas principales de negocio, la ingeniería civil (redacciones de proyectos, informes técnicos...) y la realización de estudios geotécnicos, han creado una original solución específica para edificios de distribución claustral, que permite protegerlos de forma eventual con una cubierta de fácil y rápida instalación, sin necesidad de realizar obras en el edificio. Debido a su vinculación con el centro tecnológico i-Novo, de Trujillo, decidieron presentar el proyecto al Programa de Ideas Emprendedoras de la Diputación de Cáceres y lograron un accésit. Los 3.000 € obtenidos les están permitiendo tramitar la patente.

Así, los claustros pueden albergar contenidos culturales, de ocio, restauración, celebraciones, servicios públicos... En concreto, se trata de una cubierta neumática, textil, hinchable, de bajo impacto (soportada por una pequeña red de cable de acero ajustada al claustro, sin actuaciones agresivas en el edificio), que puede montarse en pocas horas y mantenerse un día o un año sobre el patio. En caso de lluvia, el agua es derivada hacia los tejados laterales. De este modo se prescinde de otras soluciones en metal, vidrio, metacrilato o plástico que son más caras y muchas veces no aceptadas por Patrimonio debido a su impacto.