Apenas huele a humedad... o quizás huele pero la emoción absorbe todos los sentidos. Levantas la vista y un cielo de estalactitas te regala una increíble vista a la historia, posiblemente a la prehistoria... No hace frío, no hace calor, no hace nada cuando entras en una gruta recién descubierta que posiblemente, según el útil lítico hallado en la cueva pareja, pueden haber ocupado antiguos pobladores hace... ¿miles de años? ¿decenas? ¿cientos? La aparición de estas dos cavidades el pasado día 15 vuelve a dejar claro que todo es posible en el Calerizo cacereño, uno de los espacios arqueológicos más interesantes de Europa, y desde luego de España junto con Atapuerca.

El hombre se ha asentado en esta zona ininterrumpidamente desde los tiempos más remotos gracias a la Ribera del Marco, que ‘bebe’ de las aguas subterráneas del Calerizo, un terreno que por su geología también genera oquedades. Había agua, había cuevas, había plantas y numerosos animales que favorecieron la presencia continua del hombre. No es lo habitual. Por ello el Calerizo alberga datos tan excepcionales sobre la evolución humana, conservados en los distintos estratos geológicos. Por ello Maltravieso está considerada desde 2018 como la cueva con la pintura rupestre más antigua del mundo. Por ello Santa Ana ya tiene datados restos de ¡650.000 años atrás! y espera remontarse a los 800.000. Por ello los expertos valoran tanto el Calerizo.

Antoni Canals lleva veinte años estudiando este complejo al frente del equipo Primeros Pobladores de Extremadura. Es investigador del Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), profesor universitario e investigador en Atapuerca. «En el Calerizo están escritas muchas de las etapas de la evolución cultural de la humanidad, desde la llegada de los primeros hombres que ocuparon el territorio europeo. Considero este espacio como una ‘isla biótica’ con todos los recursos para la supervivencia, un ‘atractor’ de personas, de variedad biológica, de vida...», explica. Razones por las que valora enormemente la aparición de las dos nuevas grutas en las obras de la ronda este, junto a la carretera de Miajadas. «Debido a la estructura caliza del Calerizo, no es raro ni excepcional. Desde Primeros Pobladores hemos reiterado en muchas ocasiones que esto puede pasar, es necesaria una estructura docente e investigadora en dicho espacio», indica.

Con tales premisas, Canals considera directamente ambas cuevas como «yacimientos arqueológicos», porque su descubrimiento «se produce en el entorno de Santa Ana, Maltravieso y El Conejar, no están aisladas, son nuevos elementos que deben leerse en el contexto de la calidad y de la estructura científica y de conocimiento que supone el Calerizo, que ha proporcionado ya datos extraordinarios sobre la Prehistoria. Tienen valor arqueológico por prevención y sensibilidad, luego ya se verá en qué se traduce», matiza.

El codirector de Primeros Pobladores, que ultima la próxima campaña en Santa Ana, reitera su propuesta de que el Calerizo sea declarado Espacio Cultural Europeo. Además, lleva años reiterando la necesidad de un centro de conocimiento sobre este entorno.

Por su parte, el director del Museo de Cáceres, Juan Manuel Valadés, también considera «previsible» la aparición de las dos nuevas cavidades en el Calerizo. «Nos nos debe sorprender, se cuenta con ello, pero como son oquedades desconocidas que llevan tiempo ocultas, con su configuración geológica intacta, causan sorpresa, pero entran dentro de lo probable», afirma. No obstante, esa posibilidad no resta un ápice de valor. «El privilegio de tener estos yacimientos con semejante antigüedad en el propio entorno urbano hace de Cáceres un caso único en el mundo», afirma Juan Valadés, que pide «prudencia» hasta que avancen los estudios en las nuevas cuevas.

Otra cosa son las expectativas turísticas que puedan generarse en torno al Calerizo. «No basta con conservar ese patrimonio de una valía inmensa, tendría que ser accesible para que todos pudieran valorarlo, pero resultaría muy difícil porque el Calerizo es lo que es, ya conocemos su complejidad».

Eso sí, los cacereños se muestran expectantes ante los últimos hallazgos. «Cuando se dató la mano de Maltravieso como la más antigua, durante dos meses se triplicaron las visitas al centro de interpretación», afirma el director del museo, también responsable de esta sección de Maltravieso.