Las Orientaciones Pastorales 2019-2024, recientemente aprobadas por la Diócesis, en el punto 2.5 dice textualmente: «La Delegación Diocesana de Hermandades y Cofradías promoverá la revisión y actualización de Estatutos de las Cofradías para adecuarlos a la legislación canónica actual, a los nuevos tiempos y para que no haya discriminación de ningún tipo a la hora de ocupar cargos en las juntas directivas de las mismas».

Si las orientaciones dicen esto es porque hay trabajo que hacer también en este campo pastoral.

Las cofradías, de todo tipo, algunas con siglos de historia, seguro que son las organizaciones religiosas que en la actualidad mueven a un mayor número de fieles en todos los actos que organizan. Las que tienen relación con las celebraciones de la Semana Santa, no es que comiencen ahora con la organización de sus manifestaciones, sino que durante todo el año están preocupados por mejorar lo que se hizo el año anterior.

¿A qué viene entonces el punto de las orientaciones? Creo que viene sobre todo porque quiere poner en actualidad una serie de cosas: Destacar la dimensión eclesial de las mismas, de ahí la llamada a adecuarse a la legislación vigente. No son grupos que van por libre, o que hacen las cosas solo porque les gusta, sino que su opción responde a un compromiso asumido ya desde el bautismo. Esto que acabo de decir, no se consigue con actualizar los estatutos, sino con cambios de mentalidad, y esto solo se logra con una formación adecuada de sus componentes.

Eliminar la discriminación de cualquier tipo a la hora de aceptar a los que quieren ser miembros de las mismas, nada de acepción de personas por razón de sexo, de posición social o de nacimiento. A veces se conocen casos en los que puede suceder algo de esto, pero son los menos.

Transparencia en todo lo que dice relación con la economía de las mismas, rendimiento de cuentas a quien tenga que hacerse, y evitar todo lo que signifique derroche y gastos nada justificables. El mandamiento de que «al que te pide la túnica, dale también el manto» también va para las hermandades y cofradías.

Estas realidades eclesiales tienen mucho que decir en esta hora de la Iglesia, esto lo llegan a conseguir cuando responden a las exigencias de una acción iluminada por los principios del Evangelio.