Desde el próximo 22 de abril las comidas de los enfermos ingresados en los tres hospitales de la ciudad se harán en el nuevo complejo hospitalario. El servicio estará centralizado en las cocinas del centro de El Cuartillo lo que supondrá, por tanto, el cierre de las del San Pedro de Alcántara. Con esta medida cambiará por completo la forma en la que venían elaborándose los menús hasta ahora ya que, a partir de esa fecha, se realizarán mediante técnicas de cocción tradicional refrigerada, lo que se conoce como línea fría (igual que se hace en los comedores de los colegios o en algunas residencias de ancianos).

Para poder centralizar el servicio se ha dotado al nuevo hospital de unas dependencias lo suficientemente amplias como para poder abarcar a un gran volumen de menús. De hecho son las más grandes de toda la región, con más de 1.700 metros cuadrados. Las instalaciones se han dotado además de un equipamiento especial para elaborar las comidas en línea fría, material del que carecen las otras dos cocinas.

Ha sido necesario además contratar un servicio de transporte para llevar la comida desde el nuevo complejo hospitalario hasta los otros dos. Costará 115.434 euros al año. El servicio ha sido adjudicado a la empresa José Lucio Manibardo Hurtado y se formalizó el pasado lunes. El transporte debe garantizar que no se rompa la cadena de frío.

Cuando comience a funcionar este nuevo sistema se ofrecerá la oportunidad a los pacientes de elegir su menú entre varios platos. En todas las plantas se colocarán unos carritos en los que los pinches de cocina depositarán las bandejas, que deberán introducirse en unas máquinas que servirán para calentar los alimentos. Después serán las auxiliares de enfermería las encargadas de dejar la bandeja a cada paciente, tal y como se hace ahora.