Los bloques se entregaron hace justo 60 años (1959) y hoy ocupan un lugar céntrico junto a la avenida de las Delicias, una de las más transitadas de Cáceres, y a pocos pasos de un monumento catalogado Bien de Interés Cultural como la plaza de toros. En cambio, sus dotaciones y su mantenimiento no han sido los deseados: falta de accesibilidad en los edificios (los 150 pisos no tienen ascensor), desniveles que dejan al aire parte de las cimentaciones, terraplenes que llenan las calles de tierra, desajustes en el tráfico... Los residentes acaban de despertar con la creación de una plataforma vecinal. De figurar como ‘barrio sin nombre’ en los presupuestos participativos de 2018, han pasado a denominarse ‘Barrio de la Plaza de Toros’ y ya se mueven para lograr lo que necesitan.

Las 15 comunidades residenciales, cada una de cinco alturas, fueron construidas por la Delegación Nacional de Sindicatos, Grupo José Antonio. «Por entonces pagaba 316 pesetas al mes», recuerda Jesús Cortés, uno de los fundadores de la plataforma y su portavoz. Con la llegada de la democracia, las 150 viviendas pasaron a ser propiedad de la Junta de Extremadura, que cambió las antenas individuales por colectivas y vendió los pisos a sus inquilinos hace tres décadas. El ayuntamiento también arregló las calles, pero durante años los vecinos han echado de menos más atención al barrio.

En 2018, algunos residentes decidieron movilizarse y comenzaron por realizar una encuesta sobre las necesidades prioritarias y también por buscar un nombre a la zona. Hubo coincidencia mayoritaria: Barrio de la Plaza de Toros (ya lo han registrado en el ayuntamiento). Es cierto que el colectivo tradicionalmente se ha vinculado a San Blas, pero los vecinos entienden que tienen unas carencias muy definidas y por tanto precisan una plataforma concreta.

DECENAS DE ESCALERAS / La necesidad de instalar ascensores fue una de las demandas reiteradas en las encuestas. Los inquilinos sufren las dificultades (hay personas de avanzada edad) y esta carencia además repercute en los precios de venta y alquiler de los pisos, algunos ya vacíos (tener ascensor eleva el precio alrededor de un 30%). Hay quien ha instalado poleas para subir la compra. Por todo ello, la plataforma se ha puesto manos a la obra y ya ha logrado la visita de la alcaldesa, Elena Nevado. En consecuencia, el ayuntamiento acaba de ampliar el acerado de una primera calle en más de dos metros parar poder instalar ascensores a través de una estructura exterior a los edificios. Los vecinos esperan que estas obras se amplíen al resto de las calles (a ser posible sin eliminar aparcamientos) y que se rematen los nuevos acerados con bolardos y baldosas, en lugar del cemento pulido que se ha dejado en el primero.

La solución integral para estos edificios (seis bloques con quince portales), que se distribuyen a lo largo de las calles Delicias, Alcántara, Plasencia y Coria, ha sido facilitada mediante un extenso y detallado informe por la OTAEX (Oficina Técnica de Accesibilidad de Extremadura), sin coste para los vecinos. Plantea una alternativa muy utilizada en edificios sin posibilidad de espacio interior, consistente en sacar el cuerpo del ascensor del bloque mediante la ocupación de parte de la acera. La Asociación para la Atención y la Integración Social de las Personas con Discapacidad Física de Extremadura (Apamex), impulsora de OTAEX además de la Junta, también ha mostrado su colaboración y respaldo a los vecinos. La UE dispone de fondos para actualizar edificios construidos antes de 1965, gestionados a través de las comunidades autónomas, que podrían aprovecharse para esta y otras necesidades del barrio.

Avanzados los trámites, ahora cada comunidad deberá decidir si pone o no ascensor en su edificio. Tendrán obligación si hay un inquilino mayor de 70 años o un residente con discapacidad. Para el resto de bloques es voluntario. Los vecinos han sido informados de que las subvenciones pueden llegar a financiar hasta un 70%. En bloques similares situados en la barriada de Pinilla ya se han adoptado estas soluciones.

TUBERÍAS AL AIRE / Pero la zona tiene otras deficiencias. La más patente es el nivel de las cimentaciones, que poco a poco se van quedando al aire. Dichos bloques están situados junto a pequeños terraplenes de tierra (porque el barrio se alza sobre un pronunciado desnivel), que al ir cediendo están dejando al descubierto elementos que inicialmente se encontraban soterrados (ver fotos). Esto ha provocado la quiebra de algunas estructuras. Las bajantes también se han quedado completamente al aire en algunos tramos, lo que provoca la salida de algunos roedores. Hay otros elementos de las fachadas que también sufren grietas y desplazamientos. «Para nosotros se trata de una cuestión de gran importancia», subraya Jesús Cortés, portavoz de la plataforma.

Los vecinos desconocen cómo proceder en este sentido y temen que algunos bloques no superen la Inspección Técnica de Edificios (ITE) que deben pasar los inmuebles de más de 45 años. Por ello solicitan el apoyo de las instituciones, a fin de que les orienten sobre qué camino tomar para poner remedio a la situación. «Los técnicos podrían concretar el problema y plantearnos una solución», indica el representante.

TIERRA SIN CONTENCIÓN / Estos terraplenes presentan otro inconveniente en su parte inferior, a pie de calle. Al no tener ninguna contención, la tierra se va poco a poco desplazando hacia el asfalto, lo que provoca el problema anterior y además una suciedad continua en las calles. «Hemos propuesto al ayuntamiento instalar unos muretes que frenen la caída de la tierra. Además, buena parte de los terraplenes se podrían cubrir con hormigón impreso. Así se pondría fin a estas situaciones», señala.

Existe otro problema serio con las viejas escaleras de granito que comunican unas calles con otras. Hay cuatro en total para salvar los desniveles sobre los que se ubica el barrio. El propio estudio de la OTAEX llama la atención sobre su estado: peldaños hundidos, «importantes irregularidades debido a problemas de asentamiento del terreno», sin «contraste cromático entre huella y tabica», sin «señalización en el borde de la huella», tabicas a «distinta altura», sin «pasamanos laterales»... En definitiva, estas escaleras pueden provocar «problemas de estabilidad y originar caídas». Jesús Cortés explica que el problema ya ha sido comunicado al ayuntamiento.

De hecho, desde el consistorio no han descartado intervenir e instalar barandillas. Además, el Gobierno municipal acaba de estrenar un parque biosaludable en la zona y ha intermediado con el Ministerio de Fomento para la instalación de una barandilla en el límite de la avenida de las Delicias con la barriada, a fin de ir salvando un desnivel pronunciado.

Pero el terraplén entre dicha avenida y la primera calle de la barriada continúa en mal estado. «Se han llegado a verter escombros y el ayuntamiento va plantando palmeras que nunca se riegan y que se acaban secando», lamenta Jesús Cortés, señalando dos palmeras que resisten en mal estado y los restos de otras que tuvieron peor suerte. Es cierto que se trata de una franja muy transitada, antesala del barrio, de modo que los vecinos piden mayor atención.

UN TRÁFICO SIN RODEOS / Además, los residentes demandan un cambio de circulación en la zona. Actualmente las dos calles que circunvalan el barrio, tanto Delicias como Moraleja, solo conducen hacia San Blas, de modo que quien desee retornar a la parte superior no puede hacerlo y debe dar la vuelta por Ceclavín, San Justo y Margallo, para volver a esperar los semáforos de la plaza de Toros, «un caos». Por ello proponen un cambio de sentido que permita subir de nuevo por la trasera de la calle Coria hacia la calle Delicias, que ahorraría muchos desplazamientos a los residentes. «También se lo hemos transmitido a la alcaldesa», matiza Jesús Cortés.

«Soy aficionado taurino y hace unos 25 años fui a ver la alternativa de Emilio Rey a Mérida --relata--. Alrededor de aquella plaza todo eran descampados. Hace poco volví a la zona y sentí una envidia sana, todo asfaltado, todo ordenado... Y yo me acordé de mi barrio: ¿Cómo es posible que estando a diez minutos del centro, al lado de una plaza de 146 años y de un nuevo residencial, continúe como si el tiempo no hubiera pasado?», inquiere. Por todo ello, piden a las instituciones que hagan lo posible por adecentar esta zona. «Vamos a trabajar por ello, son 150 viviendas y los vecinos lo merecen».