El lavadero de coches de Mejostilla no es el único que molesta a los vecinos. Lo mismo ocurre con el del Vivero. Hartos de la situación, los vecinos de esta zona anuncian que solicitarán al ayuntamiento que realice una medición para comprobar los niveles de ruido que emite. Pero quieren que se realice con todas las garantías, ya que aseguran que en las que se han llevado a cabo «la empresa ha bajado la presión del agua», por lo que el ruido que emitían en el momento de la medición era mucho menor que el que ellos sufren a diario. Y lo demuestran con videos.

Como ya publicara este diario, además de la medición municipal, los vecinos encargaron otra en la que el resultado fue que tenía una emisión de 80 decibelios de día. No se trataba de una medición oficial, ya que fue realizada por un aparejador que tiene estos medidores para controlar el ruido de las obras que realiza, pero sí están homologados. El resultado vino a demostrar las quejas de estos vecinos, que aseguran que el ruido que generan las pistolas de agua cuando chocan con la carrocería de los vehículos es «insoportable».

Por otro lado, para contar con una medición oficial los vecinos han encargado un análisis más exhaustivo al laboratorio de acústica de la Escuela Politécnica, que adjuntarán a la denuncia que van a presentar en los juzgados para exigir una solución al problema. Esa medición aún no se ha realizado por lo que tampoco se ha avanzado en la denuncia que van a presentar en los juzgados de Cáceres.

Cabe destacar que, según la legislación europea, los niveles máximos que puede soportar un ciudadano en su vivienda no deben ser superiores a 55 decibelios de día y a 45 de noche. Y fija además que, a partir de los 70 decibelios, el ruido es perjudicial para la salud. En Extremadura la ley de ruido establece que a una vivienda no pueden llegar más de 60 decibelios de día y 45 de noche. Según la medición estos vecinos soportan 80 decibelios. POR SIRA RUMBO