Cuando allá por los primeros días de septiembre comenzábamos el nuevo curso, nos parecía que no iba a acabar nunca, pero han llegado los finales de junio y ya se nos escapa de las manos, esto es un decir, porque a lo largo de él seguro que hemos aprendido, y hemos vivido muchas cosas y esas seguirán ya para siempre en nuestra mente que es capaz de acomodar, asimilar e interiorizar todo lo que nos pasa. Somos más viejos, pero seguro que más sabios.

Qué bueno es que en la vida haya colores, matices, sombras, luces, tonos, penumbras, porque todo ello debidamente montado da como resultado esa película de cada uno, película que es necesario dirigir con tino, acierto, imaginación e ingenio. Aprender a hacer balance siempre es bueno, pero se tiene que partir de la actitud de saber hacerlo y estar muy abierto a reconocer los errores que se hayan podido cometer, solo así hay posibilidad de mejora. Y ¿del curso que terminamos que recordarías? Seguro que ha pasado algo que te ha marcado de una u otra forma. Como decía el primer Freud, la vida es como un recipiente en el que se van almacenando todo clase de sensaciones, percepciones, afectos, sentimientos, impulsos, deseos… Lo difícil es que cada uno ellos sean utilizados como es debido, y que no intenten devorarse los unos a los otros.

Según el fundador del psicoanálisis la cosa no va a ir bien, y serán ellos los que acaben dominándonos a nosotros, pero no pasa nada, no tiene porque tener razón, esta gente que sabe tanto, se equivoca muchas veces. Me gusta más pensar en el hombre y la mujer como constructores de su propia realidad, de su propia historia. Esto que es explicado muy bien desde el punto de vista académico y que aparece en todos los manuales, la propia realidad se encarga de demostrarnos que no es así, pero hay otros casos que sí encajan en los pronósticos. Existen modelos admirables de personas desprendidas, solidarias (los demás siempre cuentan), que tienen la gratuidad por bandera, que presumen de lo que saben, no de lo que no saben y que no pisotean a nadie. La columna del primer lunes de julio será la última de este curso, en ella nos despediremos y anunciaremos cosas nuevas que retomaremos el primer lunes de septiembre.