En pleno verano los cacereños se marchan de vacaciones y revisan que su hogar quede seguro a ojos de los ladrones, pero los vecinos del Junquillo harán especial hincapié tras la denuncia de varios inquilinos que lamentan que sus puertas de sus hogares han amanecido con marcas apenas imperceptibles para dar aviso a los cacos si se ausentan. Según precisa a este diario presidente de la asociación vecinal, Carlos Luengo, los presuntos ladrones etiquetan las casas con unas tiras de silicona o plástico de color transparente que colocan en el marco de las puertas y esperan unos días. Si la tira no está, los inquilinos se encuentran en casa y si sigue ahí tienen vía libre para entrar en la vivienda. Luengo no precisa el número de viviendas que se han visto afectadas por esta situación pero anota que existe «preocupación» en la barriada tras los últimos robos que se han producido hace semanas en un barrio cercano, La Cañada. En esa línea, pone de manifiesto que ya han remitido una denuncia conjunta a la Policía Nacional a través del administrador de fincas y piden que se extreme la vigilancia en la barriada ya que consideran que al estar «en el extrarradio es más susceptible de este tipo de delitos».

El presidente quiere alejar la alarma pero pide a los residentes que mantenga especial atención a la «hora de abrir el portal a desconocidos» y mantenga el «sentido común» si se marcha de vacaciones. En ese sentido, anota que aunque de momento solo han pedido la colaboración policial no descartan poner en marcha sistemas disuasorias para alejar a los cacos del barrio. «Algunos residentes han pedido instalar cámaras, ya lo pidieron para localizar a los vecinos que dejaban los excrementos de sus perros sin recoger», pone de manifiesto Luengo. La Policía Nacional confirma a este diario que ya ha recogido la denuncia de los vecinos del Junquillo, asegura que se trata de un problema estacional ya que el verano es el periodo en el que más tiempo se abandona el hogar y descarta que esta situación se extienda a otras barriadas.