«No entendemos que esta zona se pueda peatonalizar», declara Amancio Salgado Rivera, propietario de la tintorería Limpia-sec en el área de Ciriaco Benavente. Siente que sería «la ruina de la calle» y también la de su negocio. «La gente no podría llegar a mi local. Me traen edredones, mantas o alfombras. ¿Cómo tendrían que venir? ¿Andando? No podrían».

A esto se le añade el servicio que ofrecen a domicilio, que también deberían de suprimir de su oferta. Amancio Salgado ha sufrido las obras de San Pedro de Alcántara, las de la propia calle de Ciriaco Benavente y posteriormente las del párking. Afirma que en todas estas ocasiones los alrededores de su local se convirtieron en un «vertedero» en el que abundaban la suciedad y las maquinarias de obras. Espera que no se vuelva a repetir la historia para peatonalizar la zona. Ha sufrido en primera persona el descenso de la clientela durante el tiempo que se alargaron las reformas y no se «lo desea» a nadie.

«Somos el único negocio que no se dedica a la hostelería en esta zona, exceptuando las tiendas de ropa y los más antiguos del entorno, pero van a conseguir que nos vayamos», asegura Salgado Rivera.

Los empresarios de la zona manifiestan, no obstante, diversas opiniones, dependiendo principalmente del ámbito al que se dedican. Ana Isabel López es la voz de la experiencia. Junto a su tienda de manualidades fue testigo de la peatonalización de San Pedro de Alcántara y se alegra «enormemente» de que se haya decidido extenderla a otras zonas.

«Siempre estuve a favor de que lo hiciesen aquí. Los cambios siempre hay que mirarlos positivamente», cuenta Ana Isabel López. La única pega que encuentra son las quejas de clientes por la falta de aparcamientos, pero asegura que la peatonalización tiene su beneficio y que «solamente hay que encontrarlo y saber aprovecharlo. Las personas al tener que pasear se obligan a sí mismos a ir observando los escaparates de las tiendas. Seguro que a más de uno luego le han entrado ganas de comprar aquello que vio en un escaparate». Afirma que todos los empresarios que están contra, cambiarán de opinión cuando se den cuentan de todo lo bueno que conlleva liberar de coches las zonas céntricas de las ciudades.