Un mercadillo que cambia de rumbo asiduamente, pero que mantiene su esencia en cada localización. Todo es: «bueno, bonito y barato». Así es el mercado franco de la capital cacereña.

Sin embargo, la polémica por las posibles cambios en la ubicaciones en estos últimos años ha ido incrementando. En abril de este mismo año se iniciaron los trámites para que tomara un nuevo destino a una parcela de La Mejostilla, algo que no agrada a muchos comerciantes, después de que en 2012 se trasladara a las Vegas del Mocho. Ahora, siete años después la situación no es muy diferente y la mayoría de empresarios coinciden en que les gustaría regresar a un lugar más céntrico.

Hoy día, una gran número de puestos se mantiene desde el primer mercado de final de los años 70 de Camino Llano. Un ejemplo es el de Diego Alvarado, una empresa de productos extremeños que empezó a acudir al mercado de abastos de la plaza Obispo Galarza en 1975. «Después estuvimos en Camino Llano, en el Rodeo y en Ronda de la Pizarra, hemos recorrido todas las ubicaciones y las mejores, sin duda, han sido las del centro. En la última estábamos al lado de la estación de autobuses, venía mucha gente de fuera, se generaba más mercado. Le daba más vida a Cáceres y acudían el doble de clientes», cuenta Alfredo Alvarado, hijo del fundador de la empresa. Ahora en Vegas del Mocho cuentan con tres puestos, uno de bacalao, otro de quesos y otro de embutido.

Otro caso es el de Lorenzo Martín Sánchez, que tiene una panadería y dulcería en Torrejoncillo, además de dos puestos en el mercadillo. Fue en los años 80 cuando empezó a acudir al mercado franco en Camino Llano. En su opinión, prefiere Ronda de la Pizarra. «Con diferencia era el mejor lugar, vendíamos más del doble que aquí. Ahora hay días que casi ni merece la pena venir a Cáceres y encima nos suben los impuestos», lamenta.

De igual modo, Genaro Vasco, el gerente de la empresa ‘Genaro, siempre contigo’ de Aljucén, cuenta con dos puestos y acude cada miércoles más de ocho años. «A las Vegas del Mocho no viene ni la mitad de gente que a Ronda de la Pizarra. Daba gusto venir a Cáceres, se vendía una barbaridad. Lo idílico sería que nos trasladaran por esa zona, ganaríamos todos», sostiene. Igualmente, señala que: «en la anterior localización residían personas mayores, que compraban productos para sus hijos y ahora esa clientela está más lejos».

La fruta también es uno de los productos que más se venden en el mercado cacereño. Alfredo Bueno Paredes es uno de los fruteros que lleva viajando desde Aldehuela del Jerte hasta la capital cacereña más de 40 años. Durante este tiempo, considera también que la mejor ubicación fue en Ronda de la Pizarra. «Generábamos un gran volumen de ventas, estaba más cerca de la ciudad y de la estación de autobuses. Aquí abajo hemos notado un 50% de pérdidas», recalca.

Lo mismo sucede con las telas de Pedro Aguilera, vecino de Montijo, que además de recalar cada miércoles en Cáceres, también recorre ciudades de diferentes puntos de España. A sus 68 años, lleva más desde los inicios del mercado franco acudiendo a la ciudad. A su parecer, y en algo que coincide con sus anteriores compañeros, es que en Ronda de la Pizarra vendían más. «Aquí han bajado mucho las ventas. El problema está en que las personas mayores que suelen acudir al mercado no pueden desplazarse hasta esta zona de Cáceres», subraya.

La otra cara es la de las tiendas más actuales como la de encurtidos El Niño, un local de Acehuchal que cuyo puesto custodia Soledad Revoloso, sobrina de los gerentes de la aceitunera. La vendedora considera que en este mercadillo se origina mucho movimiento y prefieren mantener la localización actual. «Estamos genial aquí, vendemos mucho», añade. Al igual que José Manuel Carballo, que vende huevos y patatas desde hace cuatro años como empleado de una empresa. «Me gusta esta localizació y su entorno, el número de las ventas es positivo», acuña.

Finalmente, desde el ayuntamiento aseguran que ya están trabajando en el futuro del mercadillo. Lo que significa que, no muy tarde, los comerciantes recibirán noticias de una de las tradiciones comerciales de la ciudad.