El cocido de San Francisco obra milagros. A los vecinos se les pone cara de felicidad supina, y hasta los concejales del PSOE y PP charlan amigablemente en una armonía de garbanzos tiernos, tocino y mocilla de la tierra. Ayer, como cada Día de Extremadura, la barriada volvió a clausurar sus fiestas con 150 raciones para dar y tomar.

Juan Burgos, durante años presidente vecinal, ha sido uno de los encargados de preparar tan suculenta olla durante más de 24 horas para espaciar los hervores y lograr un sabor único. «Lleva 10 kilos de morcilla, 16 de garbanzos, 10 de chorizo, tocino añejo y fresco, y carne de ternera», detalló. Manuela Fernández, actual presidenta del barrio, daba fe del resultado y del buen balance de las fiestas, agradeciendo la colaboración de los vecinos.