El nivel del embalse de Alcántara lleva desde el pasado 11 de septiembre en la cota 194 (metros sobre el nivel del mar). La Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), que es el órgano gestor de la cuenca, e Iberdrola, que tiene la concesión de uso, lo mantienen estable, a pesar de que el pasado viernes estuvo muy cerca, a solo seis centímetros, de pasar a la 193, y de la demanda de agua de Portugal para cumplir con los compromisos entre ambos países por el convenio de Albufeira

Estar por encima de la cota 194 significa que la situación del abastecimiento de agua a la ciudad es normal. Si se baja, el resultado es que se entra en una situación de prealerta de sequía, y con el actual nivel que tiene el Guadiloba, con 8,4 hectómetros cúbicos, se estaría cerca de entrar directamente en alerta de sequía. Con 8,4 hectómetros y sin trasvase desde Alcántara, la ciudad tendría agua para menos de un año. El consumo en 2018 fue de 9,3 hectómetros cúbicos (aquí entra el gasto no solo de Cáceres, sino también de los municipios de Malpartida y Sierra de Fuentes, que también se abastecen del embalse del Guadiloba).

En el embalse de Alcántara se estuvo desembalsando grandes cantidades de agua en los primeros días de septiembre, pero a mediados de mes se estabilizó su nivel, lo hizo en cuanto se llegó a la cota 194, en este punto de su volumen se equilibró. Y se ha recurrido al embalse de Cedillo, aguas abajo de Alcántara, para completar los flujos de agua que España debe aportar a Portugal. Durante el mes de septiembre, el embalse de Cedillo pasó de un volumen de 250 hectómetros cúbicos a 70, ahora está al 28% de su capacidad, cuando la media en estas fechas de octubre durante los últimos diez años es de 245 hectómetros cúbicos, el 94%.

AÑO HIDROLÓGICO / Según la agencia de noticias Lusa, hasta finales de julio España solo había aportado a Portugal 1.900 de los 2.700 hectómetros cúbicos a los que está obligado como mínimo en cada año hidrológico por el convenio de Albufeira. Entre agosto y septiembre, cuando acaba el año hidrológico, se han tenido que aportar los 800 restantes. Según otros medios portugueses, que citaban a la Agencia Portuguesa de Medio Ambiente, a finales de agosto España todavía necesitaba liberar «alrededor de 440 hectómetros cúbicos para alcanzar el mínimo del convenio de Albufeira».

La reducción en el caudal del Tajo, el descenso del nivel en Cedillo y la estabilización de Alcántara, entre ambos embalses el Tajo hace frontera entre España y Portugal, llevó en la primera semana de octubre a la celebración de una reunión en Castelo Branco entre alcaldes de municipios de ambos lados de la frontera, preocupados por la disminución de los flujos de agua en el Tajo y en los ríos Sever y Ponsul, ya dentro de Portugal.

Según las declaraciones que Luis Correira, alcalde de Castelo Branco, realizó a Efe, la «drástica reducción del caudal» de estos ríos ha provocado un «gran cambio» del ecosistema, además de daños económicos por el uso turístico que se hace de este tramo del río en el Parque Natural del Tajo Internacional. En un comunicado conjunto, los alcaldes demandaban una «mejor gestión» de los caudales del Tajo.

Que no se esté recurriendo, como pasó en los primeros días de septiembre, a un desembalse cuantioso en Alcántara, mientras que el pantano no reciba más aportaciones de aguas arribas que permitan mantener su nivel, beneficia a Cáceres, cuyo suministro depende del embalse de Alcántara y que se mantenga por encima de una cota, que en el Plan Especial de Sequías de la cuenca del Tajo se fija en la 194. Todo lo que esté por encima de ese nivel supone normalidad en el suministro, todo lo que esté por debajo significa que Cáceres entrará en prealerta o alerta de sequía en función del nivel de agua que tenga el Guadiloba en cada mes.

Ayer por la mañana el embalse de Alcántara estaba en la cota 194,09, al 42% de su capacidad y con un nivel que está veinte puntos por debajo de la media en estas fechas en los últimos diez años, en los que ha estado por encima del 60%. Pero durante el día de ayer fue bajando su nivel y entre las 9.00 de la mañana y las 18.00 horas de la tarde pasó de la 194,09 hasta la 194,02, cota en la que se ha mantenido hasta esta mañana a las 11.00.

CONCESIÓN DE USO / Pero el nivel del embalse no solo depende de los compromisos entre España y Portugal, también depende de la utilización que del mismo haga la compañía Iberdrola, que tiene la concesión de uso del embalse para la producción de energía.

Lo que está ocurriendo ahora, que no es la primera vez que pasa, hace una década también se produjo una situación crítica en el abastecimiento, vuelve a poner de relieve que Cáceres depende de un suministro de agua provisional y que la solución definitiva, un travase desde Portaje, no se termina y ha sido un fracaso.

Cáceres, si no hay aportaciones en la cuenca del Guadiloba, depende del actual trasvase desde Alcántara. Aunque en el plan de sequía se pone el límite de la cota 194, hasta la 192 se podría trasvasar, por debajo ya no habría agua para mantener el Guadiloba en un nivel seguro para el suministro a Cáceres. Canal de Isabel II, que tiene la concesión de la gestión del abastecimiento, ha adjudicado las obras para mejorar la capacidad del trasvase y poder aumentar el caudal que se lleva de Alcántara al Guadiloba.