Vox sin concejal en el ayuntamiento, Ciudadanos roto en dos, Unidas Podemos socio de Gobierno en Madrid... Cada movimiento político que se produce en Cáceres o fuera refuerza a Luis Salaya al frente del gobierno municipal. Si en junio muchos apostaban porque Salaya no aguantaba los cuatro años, ahora ya se puede dar casi por seguro que permanecerá hasta el final de la legislatura, incluso con solo su ejecutivo de nueve concejales en una corporación municipal que tiene veinticinco y sin tener que formar un gobierno de coalición con otras fuerzas. Las crisis políticas en Cáceres de Vox, el pasado octubre, y de Cs, este noviembre, han favorecido al gobierno municipal socialista.

Cuando inició su mandato el 15 de junio, entonces el alcalde y su gobierno solo tenían una opción clara para tener mayoría absoluta y evitar el bloqueo político en el ayuntamiento. Esa alternativa eran acuerdos con los cinco concejales de Cs, que con los nueve del PSOE sumaban catorce ediles, uno más que la mayoría absoluta. Ahora tiene hasta al menos tres alternativas posibles y además la oposición está más divivida y la posibilidad de una moción de censura se aleja, ya no se habla de ello.

Dos de esas alternativas pasan por contar primero con el respaldo de los tres concejales de Unidad Podemos (UP). Desde hace una semana, tras el abrazo entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, es más fácil. Con el apoyo de UP puede buscar a continuación el voto de Teófilo Amores, actual concejal no adscrito y hasta octubre edil de Vox, o el de Francisco Alcántara y Mar Díaz, nuevos concejales no adscritos y hasta el lunes miembros del grupo municipal de Ciudadanos. A los tres concejales no adscritos les interesa tener visibilidad y que sus aportaciones en la política municipal salgan adelante.

TERCERA Y CUARTA / Si Salaya no tiene el apoyo de UP, tiene una tercera opción: apoyarse en los tres concejales del grupo municipal de Ciudadanos y añadir a continuación el respaldo de Amores, suma que también da trece votos, mayoría absoluta, o incluso el de los otros dos concejales no adscritos. Y hay hasta una cuarta opción, más difícil que las anteriores, pero no imposible, que es incorporar a los votos del PSOE los de los grupos de UP Y Cs, lo que da quince concejales. A estas cuatro variables se pueden sumar otras. La conclusión es que en solo cinco meses Salaya ha pasado de tener una sola alternativa para dar estabilidad al gobierno municipal a contar con varias.

A todo lo anterior también ayuda el resultado en las últimas elecciones generales. El PSOE volvió a ganar unos comicios en Cáceres, aunque solo por menos de 400 votos de ventaja, pero fue la fuerza más votada. Si Salaya gana con las crisis de Vox y Cs, de las mismas también sale reforzado Rafael Mateos, portavoz del PP, como único líder de la oposición con un grupo fuerte detrás, además su partido recortó el 10-N en Cáceres la distancia con el PSOE. Pero el PP no fue el que más creció pocentualmente, el que más subió fue Vox, pero desde octubre no tiene edil.