La Madrila se comió las uvas entre las quejas de los vecinos. La fiesta de la Nochevieja Universitaria, que había generado recelo entre los residentes desde su anuncio hace unas semanas, se celebró este año por primera vez al centro sin incidencias pero con el cruce de críticas entre organización y vecinos. Por un lado, la organización denuncia que los técnicos fueron increpados y amenazados con «tirar cubos de agua» desde los balcones durante el montaje del escenario y minutos antes de la celebración y por otro, los residentes lamentan un ruido «ensordecedor» en la plaza de Albatros. Lo cierto es que la Nochevieja Universitaria transcurrió entre un gran despliegue policial en los accesos y respetó los horarios aunque no atrajo a los jóvenes hasta minutos antes de las ‘campanadas’.

Entre los asistentes, alrededor del centenar, se repartieron bolsas con doce gominolas ‘de la suerte’. También desde el punto violeta se hizo lo propio con silbatos. El cacereño Coke Bermejo fue el encargado de conducir la ceremonia y durante su intervención, invitó al público a guardar un minuto de silencio por la ‘muerte’ de Cáceres. A continuación se simuló en la pantalla ‘gigante’ la celebración de las doce uvas y concluyó la fiesta. A las 12.10 horas los operarios trabajaban para desmontar el escenario y los jóvenes se repartieron en la puerta de los locales.

Sobre la fiesta hizo este viernes declaraciones el alcalde de la capital cacereña, Luis Salaya, que valoró de forma positiva que, tanto los jóvenes que se reunieron allí como los hosteleros, se comportaron de forma ejemplar y coordinada, y a las doce y siete minutos de la noche ya se había cortado la música y un cuarto de hora después, la plaza «estaba totalmente desalojada». «Se trataba de un evento tranquilo», expuso y criticó a «algunos sectores» que han intentado criminalizar esta iniciativa que «contaba con el visto bueno de la Policía Local». En su opinión, se ha generado «una polémica absurda» de una actividad «inofensiva». «Existe un modelo de ocio compatible con el descanso de los vecinos», insistió en seguir trabajando para «adelantar el horario del ocio nocturno y que la gente salga antes», expuso.

También recriminó que haya una visión negativa sobre cualquier cosa que se proponga por el antecedente de los hosteleros y el ruido. Cabe recordar que la Nochevieja Universitaria se celebró en la plaza mientras los once empresarios condenados por contaminación acústica cumplen su condena en la cárcel. Al respecto y según publicó este diario en su edición del viernes, dos hosteleros han obtenido el tercer grado y saldrán de la cárcel a celebrar las Navidades. La previsión es que el resto haga lo propio en los días sucesivos.