Ocurrió en junio del 2018. El acusado se encontraba en una finca de Casar de Cáceres, ubicada en el paraje conocido como Monte Casar, donde realizaba trabajos de limpieza de la maleza, mediante el desbroce y la quema de restos en una zona forestal compuesta de pasto, matorral y dehesa de encinas. Sin embargo el acusado no tomó las suficientes medidas de seguridad que exige el plan de lucha contra incendios, entre otras cosas porque no contaba ni siquiera con los medios de extinción básicos para apagar el fuego ni había creado un cortafuegos que separara las hogueras de la vegetación colindante. Así las cosas, en un determinado momento el viento comenzó a soplar y avivó alguna chispa procedente de los rescoldos que no habían sido extinguidos del todo. Esto provocó que el fuego se propagara hacia las fincas colindantes y la Dehesa Boyal originando un indencio que afectó a 5,7 hectáreas, en concreto a cuatro parcelas. El Juzgado de lo Penal Número 2 le condena a seis meses de prisión por un delito de incendio por imprudencia grave y a una multa de 720 euros. Además deberá indemnizar a los perjudicados y al Ayuntamiento de Casar de Cáceres.