Acaba de recibir la noticia hace apenas unas horas. Las primeras palabras que tiene son de emoción. «Estoy muy contenta». No es para menos. La empresaria cacereña Victoria Bazaga será la mujer que reciba este año el reconocimiento del Ayuntamiento de Cáceres con motivo del 8 de marzo. El Consejo Sectorial de la Mujer ha decidido cambiar las bases y centrar el homenaje solo en un solo nombre y el suyo ha resultado elegido por unanimidad. Este premio pretende aplaudir su aportación para abrir camino en el mundo empresarial y al turismo rural, sector al que se dedica desde hace décadas. La entrega del galardón tendrá lugar en el pleno que se celebrará el próximo 19 de marzo.

En declaraciones a este diario, la cacereña reparte su satisfacción por el galardón en tres razones. La primera, en que es cacereña. «Es mi ciudad y siempre es un añadido». La segunda en que es de la mujer. «Siempre he luchado por la mujer desde que era niña» y la tercera, la última, en que es empresaria, su vida. Y empezó precoz, a los 17 años. «Tenían que firmarme para ir al banco». Sin pretensiones, siempre ha ido un paso por delante. «He sido la única mujer en casi todo lo que he hecho en mi vida». Fue árbitra de baloncesto y consejera de banca. E incluso creó la primera asociación de mujeres empresarias. «No dejé nunca de seguir ni de estar porque es la única forma de cambiar las cosas».

A la esfera pública dio el salto cuando se pasó al «maravilloso» mundo del turismo. 18 años hace de aquello. «Ha sido un escaparate casi continuo, el segmento turístico tiene mucha visibilidad y da satisfacciones, mi trayectoria ha sido y es trabajar por la ciudadanía e involucrarme con ella», pone de manifiesto.

Relata que cuando empezó en el mundo empresarial no era habitual ver mujeres en determinados estamentos. «No existíamos». En esa línea, expone que en muchas ocasiones en espacios ha sentido que estaba para cumplir con una «cuota femenina». «Me llamaban y no había nadie, pero yo que dicho siempre que sí para que estuviera una mujer, estar es importantísimo». A pesar de los pocos referentes visibles, añade que ha encontrado a mujeres por el camino que han sido un apoyo. De hecho, confiesa que cada vez que encontraba a otra compañera que estaba haciendo lo mismo, la relación en lugar de competencia, se convertía en soporte. «Nos reconocíamos, nos respetábamos y nos ayudábamos». En este tiempo asegura que ha conocido a mujeres «maravillosas» relacionadas con temas de violencia de género, el asociacionismo y la reivindicación. Aunque, al margen de lo profesional, Bazaga asegura que sus verdaderas referentes en la vida están en su familia. «Siempre han sido mi madre y mis dos hermanas».

No pasa de largo tampoco del esfuerzo que ha supuesto ocupar el lugar al que ha llegado. «Me ha costado mucho llegar a puestos, a presidenta, a consejera, siempre había un hombre que era candidato antes que yo, lo he tenido que demostrar todo», reconoce. Por fortuna, esta realidad ha cambiado con el tiempo y ya hay cada vez más «presencia de mujeres en todas las áreas». No obstante, insta a no relajarse. «Queda mucho por hacer». «En cada consejo por cada dos mujeres hay diez hombres». Alienta a no tolerar «los pasos atrás» y a caminar para estar «más cerca de la meta».

Paradójicamente, recuerda los 8 de marzo que ha tenido que trabajar para contar a otras mujeres qué significaba ser mujer empresaria, ahora este mismo día le reconocerá su labor durante años. Aún faltan semanas para que reciba el reconocimiento de forma oficial, pero ella ya hace público su agradecimiento. Irá destinado «a todas las personas que luchamos por esta ciudad y que vemos su virtud y sacamos lo mejor que tenemos, también al propio ayuntamiento y a todas las mujeres que día a día hacen de este mundo algo mejor».