Todavía hoy, 99 municipios cacereños vierten directamente sus aguas fecales a ríos o arroyos. La directiva europea que lo prohíbe data de 1991, pero España aún no la cumple y esta provincia es un ejemplo. Tras un sinfín de avisos de Bruselas, los ayuntamientos comienzan a recibir sanciones que pueden acabar en la vía penal. Los alcaldes están seriamente preocupados pero muchos gestionan pueblos de unos cientos de habitantes que no tienen capacidad de plantearse una depuradora. También se ven limitados para resolver por sí solos la recogida de residuos sólidos, la gestión de escombros o el mantenimiento de embalses. De hecho, 28 presas cacereñas necesitan un chequeo porque tampoco cumplen la normativa.

Para poner orden en este embrollo medioambiental, la Diputación de Cáceres acaba de crear el Consorcio MasMedio, que gestionará desde el ciclo integral del agua hasta la recogida de residuos urbanos, el reciclaje de los restos de obras o el estudio de los embalses. «La provincia en general tiene un medioambiente bien conservado, resulta obvio, pero aún nos queda camino en el tema de los residuos a nivel municipal. Todas las poblaciones necesitamos ponernos a ello y la única fórmula de lograr un servicio de calidad es que lo gestione un ente supramunicipal como este consorcio», explica Alfonso Beltrán, vicepresidente segundo de la diputación y responsable del área de Medio Ambiente y Transición Ecológica.

Beltrán critica el «desmantelamiento de todos los consorcios» que realizó el gobierno provincial del PP entre 2011 y 2015. «Con 700 u 800 habitantes de media es imposible que un municipio tenga capacidad física ni jurídica para estos temas», opina. Ahora MasMedio se pondrá al frente de la gestión medioambiental. La crisis sanitaria ha impedido que se forme su junta directiva pero sus contenidos ya están en marcha a través del área provincial de Medio Ambiente y Transición Ecológica. Tiene un presupuesto de 1,3 millones de euros para su primera anualidad. Además del personal de la diputación, cuenta con técnicos de la empresa pública Tragsa que ya están resolviendo la cantidad de solicitudes que llegan al consorcio desde los pueblos, más de las esperadas en un inicio.

HACIA LOS ‘VERTIDOS 0’

De hecho, en solo unos meses se ha pasado de gestionar las 8 depuradoras de aguas que llevaba la diputación a prácticamente 40. «Ofrecimos a los municipios hacernos cargo de las que ya estaban construidas, porque reconocemos la dificultad que les supone, y así han respondido», señala Beltrán. Pero la tarea más complicada está por venir: el consorcio deberá tramitar la creación de unas 70 depuradoras en la provincia para cubrir esos 99 pueblos que arrojan aguas fecales, y llegar al reto necesario de los ‘vertidos 0’.

Denominado Plan Depura, ya se ha contratado un primer estudio que radiografiará la provincia y determinará dónde deben ubicarse las nuevas depuradoras, cuántas y cuál será su coste. «No se trata de crear reinos de taifas, sino de aprovechar la gravedad de las cuencas y los valles para que una instalación pueda servir a varias localidades, optimizando así los recursos y los gastos», precisa. Comarcas como Gata, Jerte y Las Hurdes ya limpian todas sus aguas.

Este año, diputación ha destinado 6 millones de € para avanzar con la depuración en lugares prioritarios. Pero las 70 nuevas depuradoras requerirán un gran desembolso y será necesario recurrir a una operación de crédito, o bien ceder su construcción a empresas que las exploten durante años para amortizarlas. «Debemos decidirlo, y además ya estudiamos distintas convocatorias de ayudas europeas», señala el vicepresidente.

El Consocio MasMedio también ofrecerá a todos los municipios y mancomunidades la gestión del ciclo integral del agua, desde la captación de agua potable hasta la distribución a los hogares y empresas, y su depuración, «un servicio que los municipios de pequeño o mediano tamaño no tienen capacidad de asumir, existe un cierto caos», afirma Beltrán.

REGLAMENTO Y TASAS

Por ello acaba de publicarse el borrador del reglamento y la ordenanza fiscal que regulará este servicio para toda la provincia. «Será a la carta: un municipio puede pedir que sólo gestionemos la captación, o la depuración, o todo, o nada», señala Alfonso Beltrán. No habrá un precio único porque dependerá de la ubicación de cada localidad (bombeos, estado de las conducciones...). «En cada caso se hará un estudio de costes, pero el consorcio no tiene ánimo de lucro», recuerda el vicepresidente.

Del mismo modo, MasMedio se encargará de la recogida de los residuos sólidos urbanos «para garantizar su correcta gestión en aquellos municipios que así lo soliciten». De hecho, ya lo están reclamando. Se llevará a cabo a través de empresas especializadas que optarán a concursos públicos. Al igual que con el agua, el consorcio se encargará del cobro de la tasa a través del OARGT, que en este caso será de precio único por viviendas y por cocheras. «Queremos poner un poco de armonía porque con los residuos urbanos ha ocurrido lo mismo: hay una treintena de contratos distintos en la provincia», matiza.

Además, el consorcio asumirá los residuos de obras, que en este caso ya se han puesto en orden. Diputación ha limpiado durante años las escombreras y ha creado dos centros de reciclaje en el norte y sur de la provincia, a los que deben llegar todos los vertidos. Falta avanzar en las utilidades de la zahorra resultante, que se usa en caminos rurales pero no en carreteras y autovías. Un proyecto piloto subvencionado por la Junta en una calzada de Granadilla explora ahora esta posibilidad.

Finalmente, la diputación está chequeando 28 presas propiedad de los ayuntamientos destinadas a riego, abastecimiento o contraincendios, que no se encuentran en buen estado. El consorcio asumirá también esta competencia. De momento, una empresa analiza qué necesita cada una de ellas para cumplir la normativa.