El covid también se muestra dispuesto a arrasar con buena parte de las costumbres navideñas, fiestas de cercanía y unión, convertidas ahora en palabras prohibidas. Los niños no tendrán cabalgata, difícilmente se sentarán en las rodillas del cartero real y la mayoría tampoco correteará con sus primos por el pasillo de los abuelos en la Nochebuena. Pero el belén..., el belén no parece dispuesto a quedarse en cajones y buhardillas. La mayoría de los grandes nacimientos de la capital cacereña no faltarán a su cita, así lo han confirmado a este diario sus organizadores. Otros se reunirán en los próximos días para concretarlo. Por tanto, y aunque sea con medidas especiales de seguridad, el palacio de la Isla y el de Carvajal, las iglesias de Santiago y la Paz, las Hermanitas de los Pobres y Cocemfe, o la ermita de San Antonio, todos tendrán sus nacimientos en la Navidad más insólita que se recuerda.

Los belenes cacereños montados en espacios centenarios se han convertido en grandes atractivos para los turistas y para los propios ciudadanos, que acuden por miles a esa ruta entrañable que ofrece la parte antigua y sus aledaños. Allí se encuentra el del Palacio de Carvajal, en el enclave privilegiado de su claustro, un auténtico nacimiento monumental de 45m² con 250 figuras (muchas en movimiento), corrientes de agua, ciclos de luces, molinos, casas, chozos, huertos y hasta el puente de Alcántara. La Diputación Provincial ha confirmado que lo montará. El año pasado necesitó tres semanas y la ayuda de una decena de trabajadores.

El Ayuntamiento de Cáceres también ha avanzado que abrirá su gran belén en el Palacio de la Isla. Lo hará, al igual que la Diputación, con las normas de distanciamiento y aforo convenientes. Se trata de un montaje realmente entrañable porque en sus 40m² no faltan la fachada este de la Plaza Mayor, el Arco de la Estrella, las torres de Bujaco y los Púlpitos, y hasta el río Verde, todo ello en un bello claustro del siglo XVI. No habrá, en cambio, visitas escolares.

Porque no es un año normal. Y eso también se refleja en la sensibilidad de algunos organizadores, como la hermandad de Jesús Condenado. Su habitual nacimiento en la ermita de la Paz cambiará su portal por otro tremendamente especial para los cacereños: una reproducción de la entrada al Hospital San Pedro de Alcántara, donde tantos enfermos han encontrado cobijo durante el año de la pandemia. A su lado estará la simbólica maqueta del conjunto de la Paz-Torre del Bujaco, y pequeñas figuras de homenaje a los principales cuerpos de seguridad y servicios sanitarios. Ellos son, sin duda, los ángeles del portal de 2020.

«Lo instalaremos en el pórtico de la entrada, no en el interior, y será sencillo, sin las luces ni ornamentos de otros años», explica el mayordomo, Jesús Sellers. Todos los ingresos se destinarán a fines de caridad y asistencia.

Tampoco faltará el misterio de la iglesia de Santiago, a los pies del Cristo de las Indulgencias y de la Virgen de la Misericordia. Lo organiza la cofradía del Nazareno a beneficio de Cáritas Parroquial. «Vamos a intentar no prescindir del nacimiento, que es santo y seña de la Navidad. Organizaremos el montaje para repartir a los hermanos de modo que mantengan el distanciamiento y todo se haga más rápido», indica el mayordomo, Eloy Remedios. Es la misma idea que comparte el mayordomo de la ermita de San Antonio, Santos Benítez, que pretende instalar el belén tal y como ha venido haciendo en la última década (el año pasado ganó el primer premio en la categoría de instituciones religiosas). Allí, Sergio Bejarano, que para estas artes tiene una mano prodigiosa, da cada año forma a un nacimiento «muy cuidado y muy barroco, donde no falta un misterio, desde la Dormición de San José hasta la Adoración de los Pastores», detalla Santos Benítez.

TAMBIÉN LOS ESCAPARATES

Los comercios tampoco son partidarios de echarse atrás. La tienda ‘Lola Botona’, en Rodríguez Moñino, volverá a colocar con esmero el singular nacimiento realizado con figuras de ganchillo que se llevó el primer premio en la categoría de escaparates el pasado año. «Se puede ver desde la calle, no hay problema», explica la titular de la tienda, Rosa Isabel Paz, que ya acumula varios galardones.

Y donde no podía faltar de ningún modo el misterio es en Manualidades Pinacán (calle Hernández Pacheco), cuya propietaria, Montse Cambero, se ha convertido posiblemente en la persona más laureada de Cáceres en cuestión de belenes, tanto particulares como colectivos y de escaparates. Tiene más de veinte premios y para ella no existe Navidad sin portal. «No se hace por reconocimiento, sino por vocación. Ponemos toda la ilusión del mundo, y con eso no puede el virus», señala.

Asimismo, Cocemfe y las Hermanitas de los Pobres han decidido instalar sus belenes, pero este año reservados solo a sus usuarios para evitar contagios. «Queremos mantener la rutina habitual dentro de lo posible, porque las piezas se trabajan durante todo el año como parte de nuestras actividades. Además, Sentir Cáceres TV lo grabará para poder difundirlo», explica Toni Vigara, educador de Cocemfe, centro que ganó el primer premio de 2019 en belenes colectivos. De igual modo, las Hermanitas de los Pobres armarán su excepcional nacimiento, tan reconocido en la ciudad, pero solo para sus abuelos, que ya han prescindido de demasiadas cosas este año.

Otros clásicos todavía están por decidirse. Es el caso de la Asociación de Amigos del Parque del Príncipe (tercer premio colectivo del 2019). «Siempre lo ubicamos en la Estufa Fría, se trata de una maravilla artesanal dentro de un espacio extraordinario. Pero esta vez habrá que hablarlo con el ayuntamiento por las condiciones especiales de aforo», señala Matías Simón, uno de sus miembros.

Asimismo, San Mateo aún no ha fijado una postura. También la cofradía de la Salud debe hablar con la comunidad franciscana sobre la conveniencia de instalar el tradicional belén en Santo Domingo. «Sería más restringido», matiza su mayordomo, Luis Pedro Cámara. Además, desde la Fundación Mercedes Calles se estudia una opción que debe madurarse, porque sus anteriores belenes de plastilina concitaron a 30.000 personas y esta vez no sería posible. Más complicado lo tiene la Cruz Blanca, que necesita todo su espacio para los protocolos del covid, aunque no ha dado la última palabra.

LOS QUE NO ESTARÁN

Sin embargo, las circunstancias harán este año imposible instalar piezas de la Colección Internacional de Belenes Basanta-Martín, considerada la más importante del mundo, en los Golfines de Abajo. La muestra suele recibir más de 20.000 visitas y debe descartarse. Tampoco Martín Carrasco, premio a la originalidad en 2019 con sus figuras de papel en el bar La Chimenea, lo montará por la prudencia y por las restricciones de la hostelería. Y además Cáceres se queda sin el clásico de la tienda El Pasaje, siempre premiado. Sus titulares, Pilar y Julián, se han jubilado.

El que no estará será precisamente el nacimiento más grande y más visitado en los últimos años. Se trata del Belén Diocesano instalado en la Preciosa Sangre por la Asociación Belenista de Cáceres, que ya reúne más de mil figuras de Playmóbil. Es tan original que tiene eco en los medios nacionales y recibe visitas de distintas procedencias. «Las colas llegan a veces hasta el_Palacio de los Golfines, por eso no debemos montarlo este año, por responsabilidad», explica Jorge Rodríguez, presidente del colectivo y titular de la mayor parte de la colección. «Ya deberíamos haber comenzado para ir con tiempo, tenemos nuevos elementos, pero no podrá ser», lamenta.