Ocho de cada diez habitantes del planeta no pueden ver las estrellas. Nueve de cada diez europeos no disfrutan del cielo nocturno por la contaminación lumínica. Sin embargo, en la inmensa mayoría de la geografía cacereña, solo basta con mirar hacia arriba y contemplar el universo en todo su esplendor. Ese privilegio, que como otros muchos ha pasado desapercibido para los propios cacereños, convierte ahora a la provincia en un paraíso del astroturismo, la nueva forma de viajar que cada día gana más adeptos.

Cáceres ofrece uno de los cielos estrellados de más calidad y de menor contaminación de Europa (tanto atmosférica como lumínica). Es oscuro y transparente. El buen clima, sin nubes durante la mayor parte del tiempo, hace el resto: permite unas 200 noches de observación al año, todo un lujo para el turismo de estrellas. Si se le añade el inmenso territorio natural, con el Parque Nacional de Monfragüe, las reservas de la biosfera (Monfragüe-Tajo Internacional), el Geoparque y varias reservas naturales, la propuesta no puede ser más completa.

Por ello, el astroturismo se ha transformado en una apuesta firme que comienza a dar resultados. La Junta ya ha publicado la guía ‘Extremadura, paisaje de estrellas’, y también ha puesto en marcha el proyecto estratégico ‘Extremadura, buenas noches’, en coordinación con otras instituciones, para poner en valor el cielo estrellado de la comunidad ofreciéndolo como recurso diferencial a todo el mundo. Se trata además de una baza completamente sostenible. Y es que el astroturismo va mucho más allá de la simple observación celeste: comparte terreno con ese turismo de experiencias tan valorado hoy, con rutas nocturnas guiadas, degustaciones gastronómicas y música en vivo bajo las estrellas, avistamiento de animales y aves nocturnas, sonidos de la noche...

De hecho, en la guía ‘Extremadura, turismo astronómico’ (turismoextremadura.com) aparecen siete destinos perfectos para la observación del cielo en la geografía cacereña, con todos los detalles de los accesos a las mejores atalayas, coordenadas GPS, fotografías y lugares cercanos recomendables (mapa adjunto). Son Sierra de Gata, Reserva de la Biosfera de Monfragüe, Reserva de la Biosfera Tajo Internacional y Sierra de San Pedro, Tierras de Granadilla, Valle del_Jerte, Valle del Ambroz y Geoparque Villuercas-Ibores-Jara. Monfragüe cuenta incluso con el certificado de destino Starlight, que distingue a los lugares con excelentes cualidades de contemplación.

«Hablamos de un recurso muy importante del que no éramos conscientes hasta hace relativamente poco tiempo. La escasa contaminación lumínica convierte a la provincia en un privilegio, especialmente todo el territorio ligado a las reservas de la biosfera», señala Patricia Valle, responsable de Turismo de la Diputación de Cáceres.

Además, la Junta de Extremadura ha fomentado la Red de Miradores Celestes, unas piedras resistentes a condiciones extremas cuyo funcionamiento parece mágico. Se iluminan por la noche descubriendo el mapa estelar de las principales estrellas y constelaciones que se observan desde el punto donde están instaladas. Ya pueden disfrutarse en Monfragüe, Cáparra, Montánchez y Granadilla, y este 2020 se suman las del Valle del Jerte, Valle del Alagón, Geoparque, Valencia de Alcántara, Sierra de Gata, Anillo del Gabriel y Galán, y Parque Internacional Tajo-Sever-Cedillo.

Asimismo, las hospederías Parque de Monfragüe, Sierra de Gata, Valle del Ambroz y Valle del Jerte se encuadran en el proyecto ‘Extremadura Open Sky’, puesto que cuentan con cámaras de alta sensibilidad que retransmiten en directo la visión de sus cielos a través del portal Sky-Live-TV. La apuesta por el astroturismo se completa con diversos eventos, jornadas, talleres y congresos que se celebran a lo largo del año, y con cursos pioneros en España para preparar a los primeros guías del turismo de estrellas.

Precisamente, la Diputación de Cáceres acaba de celebrar unas jornadas formativas dirigidas a empresarios, emprendedores, técnicos y agentes turísticos, que son los que deben explotar el gran potencial de este segmento. «Se han desarrollado en Trujillo y Moraleja con muchísima aceptación, es gratificante ver el interés por un recurso tan maravilloso como el astroturismo, que además de sostenible genera actividad y empleo», subraya Patricia Valle.

Pero además, la institución provincial persigue un segundo objetivo: «La defensa medioambiental del territorio para mantener esos cielos a salvo de la contaminación lumínica», matiza la diputada. Extremadura ya se ha sumado al proyecto europeo STARS4ALL, que persigue precisamente este fin.