En las familias nunca ha faltado la memoria. Bien presentes están en su recuerdo los centenares de nombres que fueron víctimas de la represión franquista en Cáceres aunque ni siquiera tuvieran la certeza muchos del lugar en el que descansaban los restos de sus abuelos, abuelas, tíos, madres, padres, hermanos o primas. La historia borró su paso pero resistieron al olvido en la memoria de sus seres queridos. Tanto es así que las familias indagaron sobre la posible ubicación de las fosas comunes de los represaliados y colocaron una pequeña placa en el camposanto sobre la que han depositado flores cada 14 de abril, fecha en la que se conmemoraba el día de la Segunda República.

Así lo hicieron cada año hasta que en 2010, la placa apareció «arrinconada» en una pared y la zona en la que se encuentra la fosa común «levantada» para instalar en ella un pavimento de granito. Este hecho fue considerado por las familias como una «profanación» y movilizó a un sector de la ciudadanía que pidió «reparar el agravio con la construcción de un memorial para dignificar a las víctimas de la represión». Nació entonces el 3 de diciembre de ese año Promececa (Asociación Pro Memorial en el Cementerio de Cáceres), el germen de Amececa (Asociación Memorial en el Cementerio de Cáceres), que esta semana celebra una década de su creación entre logros y «promesas incumplidas» por parte de las administraciones. Desde que se creó hace diez años, centró sus primeros esfuerzos en que se levantara un monumento conmemorativo en el camposanto. Entregó al ayuntamiento un listado de 500 personas asesinadas desde julio de 1936 a septiembre de 1943 enterradas en Cáceres y un listado de 184 reclusos de la prisión que fallecieron en la cárcel cacereña de 1938 a 1943. Tras presentar ese año una propuesta al ayuntamiento en 2011 el pleno dio el visto bueno a su construcción aunque no fue hasta marzo del 2014 cuando se inauguró el memorial.

A partir de ese momento, el colectivo cambió de nombre y reorientó su interés en luchar por la memoria histórica. En cuanto al balance sobre estos diez años de trabajo, la presidenta de Amececa, María Jesús Criado, manifiesta su satisfacción por haber conseguido uno de los principales objetivos, el memorial que suma ya casi 700 nombres --está en constante actualización--, aunque reconoce que los avances que se han dado en este terreno en la ciudad y en la región «son lentos» debido a la «pasividad de las actuaciones y de las propias administraciones».

En esa línea, el colectivo enumera las reivindicaciones que mantiene el colectivo en la actualidad. En relación a la Ley de Memoria Democrática extremeña de 2019, la portavoz insiste en la «urgencia» de la creación del Instituto de la Memoria Histórica, uno de los puntos que incluye la normativa regional, que contemplaba que este órgano debería estar creado antes de julio de ese mismo año. «Hubo un compromiso para poner un grupo de trabajo en septiembre de 2020 y nada de eso se ha hecho, tenemos una ley en Extremadura que no se está cumpliendo», critica Criado.

Otra de las luchas que mantiene la plataforma, ya en relación a la ley de memoria histórica a nivel nacional (2007), es la retirada de los vestigios y los nombres de las calles franquistas de la ciudad. «Quedan muy pocas, pero hay y algunas mantienen los carteles del yugo y la flecha, el edificio de los sindicatos tiene esculpido ese símbolo aún y también sigue el nombre de José Antonio pintado en la concatedral de Santa María, si la ley establece que se pueden quitar las subvenciones si no se cumple, pedimos a la Junta que si el obispado no quiere quitar el nombre en la iglesia, le suprima las ayudas», pone de manifiesto.

También subraya Criado otra de las reclamaciones que ha centrado la actividad de la asociación en los últimos años: el futuro de la cárcel vieja y su propuesta para que sea declarada Bien de Interés Cultural. Sobre este asunto lamenta que cada vez el inmueble «está más deteriorado» y que la burocracia «ralentiza» el proceso para dar el ‘ok’ definitivo al expediente.

Protesta contra la cruz

Del mismo modo, hoy domingo la asociación vuelve a salir a la calle para reivindicar otra de las cuentas pendientes en Cáceres: la retirada de la Cruz de los Caídos, considerada por historiadores como vestigio franquista. La protesta está convocada por Cáceres Laica, Amececa, Izquierda Unida y Podemos y se celebrará en las inmediaciones de Cánovas de 12 a 14 horas. Durante la concentración repartirán lazos. En cuanto a los propósitos de nuevo año, la presidenta asegura que «seguirán luchando» para que la ciudad no olvide.