La directora de la residencia El Cuartillo de Cáceres, conocida como la Asistida, defendió ayer en el juzgado la labor del centro durante la pandemia y asegura que se actuó en todo momento siguiendo los protocolos establecidos por la Junta y por el Estado y bajo criterios médicos. Declaró ayer ante la titular del Juzgado de Primera Instancia Número 3, que se encarga de investigar la querella criminal interpuesta por 25 familiares que fallecieron o se infectaron de coronavirus en este geriátrico. Fue el más afectado por la pandemia en la primera ola, donde fallecieron 75 ancianos según los datos oficiales y se contagió el 80% de los residentes. Es el centro de mayores más grande de toda la región.

La declaración, que se llevó a cabo de forma telemática (solo acudió al juzgado la directora de la residencia, los abogados de las partes siguieron el acto desde sus despachos), duró unas dos horas. En ese tiempo la responsable del centro defendió el trabajo que se llevó a cabo en sus instalaciones y aseguró que solo faltó material de protección en un momento puntual, pero que a los días la Junta les facilitó más equipos.

Dijo que el traslado de ancianos al hospital se hizo bajo criterios médicos y que desconoce por qué en algunos casos se tardó más tiempo. Uno de los querellantes asegura que su familiar llegó deshidratado y con una «frecuencia respiratoria agónica», como se recoge en el informe de Urgencias.

En el acto, según señaló ayer el abogado de la querella colectiva, Marco Antonio Tobías, de Pita & Broncano, la directora reconoció que en la cuarta planta se mezclaba tanto a ancianos covid confirmados como a los que presentaban síntomas pero aún no se les había hecho la prueba. Y que prohibió a una cuidadora externa ponerse la mascarilla días antes de que se decretara el cierre de las residencias. Aseguró que lo hizo porque, a pesar de que ya se les habían enviado mascarillas, no se les había dado la orden de usarlas. Sí les habían informado, tal y como declaró, de que tenían que adoptar medidas de distanciamiento social y extremar la higiene. Y dijo que había trabajadores que atendían tanto en plantas covid como no covid (no había separación).

La directora estuvo apoyada por un grupo de trabajadores y de familiares de residentes, que se concentraron en la puerta de los juzgados. «Actuamos bajo unas directrices y conforme a los medios que contábamos. Está demostrado el trabajo bien hecho tanto nuestro como de la directora», señaló Montaña Canchal.