Cáceres iba a ser la primera ciudad de la región en estrenar el acelerador lineal donado por el empresario Amancio Ortega, pero la pandemia ha dado al traste con las previsiones. Debía estar ofreciendo tratamientos de radioterapia desde el hospital Universitario desde marzo del año pasado pero estalló la crisis sanitaria y su puesta en marcha se paró. Los trámites se recuperaron después y Sanidad fijó entonces el mes de noviembre para comenzar a tratar a los primeros enfermos, pero de nuevo el coronavirus truncó los planes. En esta ocasión impidió que los radiofísicos que tenían que desplazarse hasta la ciudad desde otros países de Europa, como Alemania, para llevar a cabo las labores de calibración necesarias para obtener la autorización del Consejo de Seguridad Nuclear, no pudieran entrar en España por las restricciones. Todo esto obligó a aplazar de nuevo los planes para su puesta en funcionamiento.

Siempre con la vista puesta en la evolución de la crisis sanitaria, el Servicio Extremeño de Salud (SES) anunció que los trabajos se retomarían a principios de este año, con la idea de que pudiera estar en funcionamiento durante el primer trimestre del año. Finalmente habrá que esperar hasta el segundo porque, tal y como ha confirmado a este diario la Consejería de Sanidad, será en el mes de mayo cuando este acelerador lineal comience a dar sus primeros tratamientos radioterápicos. Podrá llegar a unos 500 pacientes al año y será un hito para la ciudad de Cáceres, ya que hasta el momento los enfermos de cáncer que necesitan estas terapias son derivados a una clínica privada o a ciudades como Madrid, Salamanca o Sevilla porque no se ofrece este servicio desde la sanidad pública.

El equipo, eso sí, se encuentra instalado en el hospital Universitario desde el pasado mes de junio. Ha sido adquirido gracias a un convenio firmado entre la Junta de Extremadura y la Fundación Amancio Ortega y ha costado 3,68 millones de euros. Junto con su puesta en funcionamiento se abrirá también el Hospital de Día de Radioterapia donde se ubicarán los servicios de Radiofísica y Oncología Radioterápica. El acelerador lineal es uno de los más punteros a nivel nacional y permitirá ofrecer tratamientos de vanguardia a los enfermos de cáncer. Esto va a suponer, además, que muchas técnicas que hasta ahora requerían la derivación a otros hospitales del territorio nacional puedan ofrecerse en Cáceres.

Se trata de un equipo más preciso que cualquier otro acelerador lineal, lo que va a permitir tratar tumores en fases mucho más precoces; es decir, que tengan un tamaño más pequeño. Además dará la posibilidad de ofrecer tratamientos menos invasivos (con menos dosis) y permitirá localizar de forma más concreta el tumor, porque está preparado para combinar imágenes de TAC y de ecografías. Esto último va a posibilitar que se radie en un espacio más preciso el tumor y atacar únicamente las células malas.

Otros equipos

El acelerador lineal de Cáceres es uno de los cuatro que donó el empresario gallego a la región. Hay otros en Badajoz. El de Badajoz funciona desde principios del mes de febrero. En el caso de la capital pacense es el segundo equipo de estas características, después de que en 2018 se dotara al hospital Universitario de Badajoz del primer acelerador lineal, este financiado con fondos propios. Precisamente esto, tal y como ha justificado el consejero de Sanidad, José María Vergeles, es lo que ha posibilitado que el equipamiento entre en funcionamiento en poco tiempo, porque los profesionales del Servicio de Oncología Radioterápica cuentan ya con una suficiente experiencia en administrar tratamientos y en la calibración del aparato. En Cáceres esto llevará más tiempo, a pesar de que en un principio la idea era poner primero en marcha el de la capital cacereña precisamente porque sus pacientes carecen hasta ahora de este servicio.

Por otro lado, el de Mérida ya está instalado y se ha construido el búnker que lo albergará, mientras que el de Plasencia, está terminándose el proyecto de construcción del búnker y estará disponible en 2022. En ninguno de los casos se paraliza el tratamiento radioterápico que los pacientes requieran.