«Después de tantos años pensar que esto por fin se haya conseguido hace que esté muy contenta, espero que Cáceres y España puedan disfrutar del museo». Con estas palabras Helga de Alvear (Alemania, 1936) horas antes de que su sueño se haga realidad en la capital cacereña. Han pasado décadas --con retrasos incluidos-- hasta que por fin el edificio que albergará su colección completa de arte contemporáneo, la más selecta de Europa, abra sus puertas.

La ciudad se convertirá desde hoy en meca para amantes de la cultura contemporánea del todo el mundo. No será hasta mañana viernes cuando reciba a sus primeros --y esperados-- primeros visitantes pero es este jueves cuando se inaugurará oficialmente con la visita de los Reyes, que podrán recorrer las galerías con las 200 piezas elegidas para la primera exposición de las 3.000 que componen los fondos de la coleccionista, que no pudo ocultar este miércoles su entusiasmo ante la inminente apertura. «Estoy loca perdida, es la primera vez que se va a ver la colección al completo, todo lo que se expone en el museo es nuevo, no se ha expuesto nunca», aseguró la galerista que paradójicamente nunca quiso ser galerista. «Quise ser pianista porque de arte no sabía nada». Cambió su destino cuando viajó a España en 1957, conoció al que sería su marido, el arquitecto Jaime de Alvear, y a Juana Mordó, la marchante de arte que cambió su vida. En 1967 compró su primera obra y la pasada semana la última.

Así, hasta componer toda la lista de firmas que finalmente en su totalidad reposará en la capital cacereña. En todos estos años, recuerda que su máxima siempre ha sido clara: «si no eres profesional, vete a casa». También rememora que antes de pensar en la capital cacereña, mantuvo negociaciones para la ubicación para su museo en otras ciudades de la geografía española como Vigo, Granada o San Sebastián aunque finalmente se decantó por la capital cacereña, con la que mantiene relación desde que en 2010 se inaugurara la sede de su fundación en la Casa Grande tras una reforma que se inició en 2006 y costó cinco millones de euros.

Durante años la galerista compartió la sede de la calle Pizarro y su galería museo en Madrid. Ya entonces se hablaba de un proceso de ampliación para el edificio que finalmente vio la luz en 2014 con un presupuesto de diez millones de euros, la mitad sufragados con inversión propia y la otra mitad por el gobierno regional. La primera previsión fue que el centro estaría listo en 2017, no obstante, cuestiones administrativas, técnicas y judiciales --el litigio en 2015 con un hotel anexo que denunciaba daños por las obras-- retrasaron el proceso. El patronato estimó una nueva previsión, a finales de 2018, que tampoco se cumplió. Más tarde, el anuncio se retrasó a la primavera de 2019 y finalmente se predijo una nueva fecha: finales de 2020. Esta parecía ser la definitiva ya que la obra se encontraba recepcionada y tan solo a la espera de recibir las piezas pero la crisis sanitaria paralizó los plazos.

De este modo, tras una lista de innumerables demoras, será hoy, cuatro años después de lo previsto, cuando el gran proyecto de los últimos años en la capital abra al mundo. Del mismo modo que la reforma de la casa Grande, el edificio en su conjunto ha sido ideado por el estudio del arquitecto Emilio Tuñón. En declaraciones este miércoles a los medios por vía telemática, --compareció desde Madrid--, detalló que el objetivo era crear «una caja mágica». La estructura alcanza una altura de 30 metros y suma 5.000 metros cuadrados a los 3.000 de la Casa Grande. De ese total, la mitad se destinará a exposiciones. También cuenta con 700 metros del jardín trasero.

Ambos edificios están conectados y además conectarán también ambas calles, Camino Llano y Pizarro, con la intención de que el museo forme parte de la cotidianeidad de la ciudad. «La idea es acercar el museo a los ciudadanos», apostilló el arquitecto. Antes incluso de su apertura, el diseño del inmueble cuenta ya con el reconocimiento de la crítica de arquitectura, ha sido reconocido como uno de los proyectos más interesantes de 2020 por la prensa europea, ha recibido el Architecture MasterPrize y opta al Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea Mies van der Rohe después de que fuera el propio Colegio de Arquitectos de Cáceres el encargado de presentar la candidatura al certamen, que ha hecho una criba entre el centenar de mejores propuestas de Europa.

De Goya a Ai Wei Wei

En la misma comparencia en la que intervinieron la galerista y el arquitecto, estuvo presente José Luis Viñuela (Ibahernando, 1944), conservador de la fundación y comisario de la exposición inaugural, que ofreció los detalles sobre las primeras 200 obras que el público podrá admirar en las instalaciones. Entre las piezas que se podrán ver se encuentran las de Olafur Eliasson, Pablo Picasso, Louise Bourgeois, Wassily Kandinsky, Helena Almeida, Ai Weiwei o Francisco de Goya.

En total, con la selección que ha hecho el cacereño para la muestra de apertura hará un recorrido por la obra de artistas procedentes de 26 países diferentes, con una presencia mayoritaria de artistas españoles, y en la que más de un 60% de las piezas elegidas han sido ejecutadas en los últimos 20 años. También en estas semanas, varias obras estarán expuestas en varias plazas de la ciudad como la plaza de las Veletas, donde se encuentra la obra de Susana Solano que se trasladó recientemente desde el Museo Iberoamericano de Arte de Badajoz (Meiac). Sobre las visitas al museo, de momento solo se hará con cita previa a través de un correo que pondrá el museo a disposición de la ciudadanía, tendrá aforos reducidos --ya se reflejan en las salas-- y contará con dispensadores de gel hidroalcohólico.