El presupuesto de 2021 será uno de los más inversores de los últimos años y el de mayor importe desde 2012. La causa está en la operación de crédito que por valor de 8,1 millones solicitará el gobierno local. Un préstamo que se concertará a lo largo de este año y que es el más elevado para inversiones desde 2008. A esta cantidad se suma un millón de euros de fondos europeos del programa de desarrollo urbano sostenible y el medio millón que se financia con cargo a la venta de suelo, lo que da un montante total para inversiones de 9,3 millones de euros. La ventaja respecto a otros ejercicios, en los que el grado de cumplimiento de las inversiones está siempre por debajo de lo previsto, es que la financiación está garantizada desde el momento que se reciba el crédito. A partir de ahí dependerá de la capacidad del ayuntamiento para ejecutar lo que presupuesta.

La primera teniente de alcalde, María José Pulido, y la concejala de Economía, María Ángeles Costa, presentaron este martes las principales cifras del anteproyecto de los presupuestos para 2021. Se hizo ayer con el comienzo del procedimiento de los presupuestos participativos, paso con el que se inicia la tramitación de las cuentas con la publicación de los estados de gastos e ingresos en la web municipal para que colectivos sociales y vecinos puedan hacer propuestas. Lo que se decide en este trámite es el destino de uno de los 9,3 millones que se presupuestan para inversión.

El anteproyecto se presenta este año con mayor retraso que en ejercicios anteriores. Esta tardanza no se puede atribuir a la falta de apoyos, hace un mes el grupo municipal de Unidas Podemos y el edil no adscrito Teófilo Amores ofrecieron sus votos al gobierno socialista, respaldo con el que Luis Salaya se garantizaba los 13 votos que necesita para tener mayoría en el pleno de la corporación.

La causa, según se ha incidido por el gobierno local en las últimas semanas, es que se quería incrementar las partidas de ayuda social y de subvención a pymes y autónomos. Y las cuentas no salían, no cuadraban los ingresos con los gastos. De la solución adoptada informó ayer Costa. La primera, las transferencias al Instituto de Asuntos Sociales, se soluciona dentro del presupuesto, con un incremento de la partida de más de 643.000 euros, ese aumento se notará en las ayudas para emergencia social, que este año superarán el millón de euros.

A la segunda se le da una solución fuera del presupuesto presentado ayer, no aparece por ahora en las cuentas. El plan de subvenciones a pymes y autónomos se financiará con cargo al remanente de tesorería positivo con el que se espera cerrar el ejercicio de 2020. El año pasado, antes de empezar la pandemia, la partida que había para subvenciones a pymes era de 70.000 euros. Pero tras la declaración del estado de alarma, la corporación local decidió dar ayudas a fondo perdido para que desde la entidad municipal se colaborase, que fuese una ayuda complementaria a la que dan administraciones con más fondos.

El pasado año este programa se financió finalmente con un millón de euros con cargo al remanente de tesorería para gastos generales con el que se cerró el ejercicio de 2019. Este año se repite la misma fórmula, pero aumentando la partida a 3 millones. Ahora habrá que esperar a que se presente la liquidación, ver los resultados del cierre de 2020 (los últimos ejercicios se han ido cerrando con un remanente positivo de tesorería, superó los 6 millones en 2019) e incorporar en los presupuestos una partida de 3 millones para dotar de crédito el plan de ayuda a empresarios. Costa confió ayer en que en unas semanas esté presentada la liquidación.

Con este camino se soluciona el problema que se presentaba ahora con las cuentas locales, en las que los ingresos corrientes están muy ajustados para atender los gastos fijos que tiene la administración local y cualquier gasto extraordinario necesita nuevos recursos. El año pasado se cuadró con el incremento del impuesto de Construcciones por los proyectos de plantas fotovoltaicas que se iban a instalar en el municipio. Este año se recurre al remanente de tesorería para atender la demanda de que se incrementase la partida para dar subvenciones a pymes y autónomos de la ciudad. La opción de recurrir al remanente fue puesta encima de la mesa por el grupo municipal del PP el pasado 8 de febrero, aunque los populares propusieron un plan más ambicioso, de 13 millones de euros.

PROCESO / Tras la presentación de ayer se inicia un proceso que tendrá su próxima etapa en el debate de los presupuestos de los organismos autónomos en sus juntas rectoras. Luego se debe someter al dictamen de la comisión informativa de Economía y Hacienda. El siguiente paso será la aprobación inicial de las cuentas en el pleno de la corporación local. Después se tendrá que someter a un plazo de información pública y si no hay alegaciones entrará en vigor, algo que se produciría en abril. Si hay reclamaciones se necesitaría un nuevo pronunciamiento del pleno, lo que podría retrasar su entrada en vigor, sería en mayo. Hasta entonces se funciona con el presupuesto prorrogado de 2020.

Pulido hizo ayer una valoración política de las cuentas y aseguró que se sustentan en tres pilares: el incremento de la ayuda social y de la subvención a empresas, el reforzamiento de los servicios públicos para atender a las nuevas situaciones creadas por la pandemia y la expansión de las cuentas con el aumento del capítulo de inversiones.

El portavoz del PP, Rafael Mateos, realizó ayer una primera valoración del anteproyecto presentado por el gobierno. Lo calificó de «poco transparente y «malo», asegurando que llega tarde y que pone de manifiesto «la improvisación» del gobierno. Mateos criticó ayer el plan de ayuda a autónomos al considerarlo escaso y cuestionó que no se hayan contemplado medidas de reducción de la fiscalidad a los sectores más afectados por la crisis del covid.