Más madera. El alcalde de Cáceres, Luis Salaya, aseguró este viernes que la fábrica de baterías de Cataluña «no se nutrirá del litio» de la sierra de la Mosca cacereña. Realizó esta afirmación a preguntas de los medios de información tras el anuncio hecho el día anterior por la ministra de Industria, Reyes Maroto, de que la primera fábrica de baterías en España para vehículos eléctricos estará cerca de Matorell. Las manifestaciones del regidor coincidían además con la visita este viernes del Rey Felipe VI a la fábrica de Seat en la localidad catalana. El monarca destacó que esta fábrica de baterías es «una señal inmejorable de compromiso» con la cadena de valor del sector, la innovación, la cohesión territorial y la participación público-privada.

Maroto adelantó el jueves que el Gobierno creará un consorcio público-privado con la intervención de Seat, el grupo Volkswagen e Iberdrola. Su anuncio y la visita del Rey causaron este viernes una cascada de reacciones en Extremadura porque de esta comunidad sería de donde saldría la materia prima, el litio que se necesita para las baterías de coches eléctricos.

El discurso de Salaya estuvo en la línea de lo que siempre se ha dicho desde el gobierno local (con el PSOE ahora al frente del consistorio y con el PP antes) desde que en enero de 2018 se conoció el proyecto de Valdeflores en la sierra de la Mosca. El rechazo del gobierno local es absoluto y este viernes el mensaje no cambió, aunque con un matiz más reivindicativo y de denuncia por una historia que se repetiría: la materia prima saldría de Extremadura para posibilitar el desarrollo de otras regiones. «No vamos a permitir que haya una explotación minera que condicione y sacrifique nuevamente el futuro de una ciudad extremeña por el desarrollo industrial de otras zonas del país» , aseveró el regidor cacereño en su respuesta.

En Extremadura hay al menos cuatro yacimientos de litio, uno en Cañaveral, otro en Alburquerque y dos en el término municipal de Cáceres: el de Valdeflores, en la sierra de la Mosca, que cuenta con la oposición del gobierno cacereño y de parte de la población, y el de El Trasquilón, pendiente de la obtención del permiso de investigación de los recursos mineros y cuyas cuadrículas mineras quedan cerca del monte Arropez, los terrenos municipales que se cederían para el proyecto del complejo budista. El de Valdeflores es el que más tiempo lleva tramitándose y el que ha generado un mayor rechazo por su cercanía a la ciudad.

Salaya insistió en que «no se puede condenar» el futuro de Cáceres y de Extremadura para «seguir reforzando el desarrollo industrial en unas comunidades concretas». El proyecto de Valdeflores lleva aparejado una planta para el tratamiento del mineral y su transformación en hidróxido de litio, pero en ningún momento se ha hablado de que en el municipio se pudieran también fabricar las baterías. Del proyecto de El Trasquilón solo se conocen los planes de investigación y restauración del terreno presentados para la obtención del permiso de investigación, aún pendiente al no haber resuelto todavía Minas la resolución de las alegaciones.

Las manifestaciones de Salaya no fueron las únicas. La consejera de Agricultura, Desarrollo Rural y Población, Begoña García Bernal, también se refirió ayer a la fábrica de baterías anunciada en Cataluña. García Bernal aseguró que la Junta trabaja para que «los proyectos empresariales y de transformación se asienten en Extremadura». «Es siempre trabajo de la Junta que los proyectos empresariales y de transformación se asienten en esta región», según las declaraciones que hizo y recogidas por la agencia Europa Press.

RESPUESTA DEL GOBIERNO / El presidente del PP de Extremadura, José Antonio Monago, recordó este viernes que en la respuesta que le dio el Gobierno, a una pregunta que hizo como senador, se indica que «la autorización -de la mina de Valdeflores- es una competencia de la comunidad autónoma», motivo por el que pidió al presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que «deje de ponerse de perfil».

Monago, en unas manifestaciones en contestación a preguntas de los medios de comunicación sobre la fábrica de Martorell, aseguró que la comunidad autónoma «no puede ser la reserva africana de la industria del coche europea», según las declaraciones recogidas por la agencia Efe. Defendió que en Extremadura tendrían que ubicarse fábricas de baterías al estar aquí la materia prima. Y aseguró que su partido no está en contra de ninguna mina, sino que es contrario de cualquier proyecto con «una alternación o un impacto ambiental negativo».

Por otra parte, preguntado por la sentencia que obliga a Tecnología Extremeña del Litio a restaurar las cunetas y márgenes de los caminos de Valdeflores que se utilizaron para los sondeos que realizó esta empresa, Salaya aseguró que la resolución judicial es «un varapalo» para la empresa minera y explicó que se permitirá a la empresa que entre en el terreno para acometer la restauración cuando «la Junta nos mande el plan de restauración y nos diga si da el visto bueno al mismo, se nos tiene que notificar si el proyecto es suficiente y adecuado» .