Las protectoras piden a la diputación que mejore el reglamento que regirá el refugio provincial de animales. La mayor parte de los colectivos animalistas de la provincia han presentado alegaciones a dicha normativa, que se encuentra en estos momentos en periodo de exposición pública. Temen que el espacio se convierta en una ‘macroperrera’ incapaz de atender a la cantidad de animales abandonados y que termine como la de Olivenza, donde los perros se encontraban en mal estado debido a la desatención que tenían.

Entre los colectivos que han presentado recurso al reglamento se encuentra Adopta Plasencia, que entre otras cosas solicita que se exija a los ayuntamientos suscribir convenios con el refugio, en los que se comprometan a la vigilancia y seguimiento del censo canino de sus respectivas localidades como paso previo a la recogida de animales en los municipios. Y que se les sancione en caso de incumplimiento. El refugio provincial dará servicio a los 221 pueblos cacereños por lo que la implicación de los consistorios es fundamental en este caso.

También solicita que cuente con un número mínimo de trabajadores y una persona que los atienda las 24 horas. Un máximo de animales por chenil, que se busquen casas de acogida en caso de que se supere el número máximo de animales en el refugio y la valoración de los mismos por un veterinario a la entrada al refugio. Así como contar con personal cualificado y con experiencia a la hora de capturar en los casos de abandono, para evitar su huida.

Por su parte, la protectora El Refugio, también de Plasencia, solicita asimismo que no se limite únicamente a recoger a los animales, sino que se potencien la esterilización y las adopciones.

El Refugio San Jorge, de la capital cacereña, no ha puesto ningún recurso, pero sí mostró su rechazo a la creación de este espacio de gestión provincial porque temen que se convierta en una perrera de grandes dimensiones que será difícil de gestionar. Temen, por lo anunciado hasta ahora, que termine como la de Olivenza.

En estos momentos la diputación ultima su apertura. Estará ubicada en la finca Haza de la Concepción, propiedad de la institución provincial (término de Malpartida de Plasencia). La construcción de las instalaciones han costado 373.726 euros y tendrá capacidad para 200 perros. Disponen de 70 cheniles organizados por módulos en función de las características y tamaño de los animales. En su reglamento se detalla que se encargará de la «recogida, alojamiento, manutención y entrega de perros vagabundos o presuntamente abandonados, que deambulen por la vía pública de los municipios de Cáceres».