Julián Rodríguez dedicó su vida a los márgenes. A los de la literatura y los del arte. Desde la periferia pero siempre hacia el centro. Con gran acierto el cacereño de Ceclavín se entregó a las letras y lo que las rodea, entintarlas e imprimirlas sobre el papel. Sentó las bases de nueva ola de la edición independiente y fundó la editorial Periférica junto a Paca Flores en 2006 y cinco años más tarde se embarcó en su proyecto de la Casa sin fin, dos galerías en Cáceres y Madrid --ambas cerraron en 2018--. Un infarto le provocó la muerte a los 50 años en 2019 pero su recuerdo queda vigente. Tanto es así, que este jueves la sala El Brocense quiso rendir su particular homenaje a Rodríguez con la exposición ‘Actos de fe/Acciones concretas’, que repasa su trayectoria como editor literario y tipógrafo.

La muestra, que ha recorrido ya el museo iberoamericano de arte contemporáneo (Meiac) de Badajoz, fue inaugurada este jueves y contó con la presencia de autoridades políticas y personalidades del mundo del arte como la también galerista alemana Helga de Alvear. La exposición ha sido comisariada por Juan Luis López Espada y supervisada por la Editora Regional de Extremadura y se podrá visitar hasta el mes de abril en el horario de la galería que gestiona la diputación cacereña.