En las dos últimas décadas Cáceres ha tenido dos intentos fallidos de contar con un abastecimiento de agua con garantías. Uno, la ejecución de una presa en el río Almonte, se desestimó por motivos medioambientales. Y otro, una conducción desde la presa de Portaje al Guadiloba, por razones técnicas. La tercera tentativa cobró forma este jueves con el anuncio de la Confederación Hidrográfica del Tajo que saca a licitación la redacción del proyecto de un nuevo bombeo o trasvase que traerá el agua desde el embalse de Alcántara. La estación se construirá junto al puente sobre el río Almonte en la A-66, la conducción tendrá 22 kilómetros y se prevé que el agua pueda trasvasarse hasta la estación potabilizadora para reducir los costes energéticos.

Esta obra es el resultado de un fracaso, el del trasvase de agua desde Portaje, y es un intento de solucionar la falta de garantías que tiene el suministro de agua a la ciudad. Para entender este galimatías que se prolonga ya más de dos décadas hay que partir de que los 100.000 habitantes de Cáceres, Malpartida y Sierra de Fuentes dependen para tener agua de un sistema de suministro que no ofrece todas las garantías. Se habla ahora de fábricas o de minas y sin embargo la ciudad no tiene garantizado al 100% algo tan básico como es el suministro de agua.

El sistema de abastecimiento actual consta de dos infraestructuras, una es el Guadiloba y otra es un trasvase de agua desde el cauce del río Almonte, en la cola del embalse de Alcántara. El problema de este último sitio es que la cota mínima es la 192, es el lecho del río, y los equipos de bombeo están en la 193,5, nivel que ha estado a punto «de alcanzarse en las dos últimas décadas con el riesgo de desabastecimiento», según se recuerda en el pliego técnico de la licitación del proyecto.

¿Cuál es la solución que se propone ahora? Hacer un nuevo trasvase y bombeo aguas abajo donde la cota mínima es menor, la 186, son seis metros menos que la actual. No es lo ideal, pero es más difícil que el nivel del embalse de Alcántara baje hasta la cota 186. Y se elige este sitio, y no otro donde la cota fuese incluso menor, para utilizar parte de la conducción del fallido trasvase de Portaje. Son 22 kilómetro de tubería desde la futura estación de bombeo junto a la A-66 hasta el Guadiloba.

Ahora se tiene que redactar el proyecto que propondrá varias alternativas, aunque las opciones no pueden cambiar mucho la idea inicial si lo que se pretende es utilizar la conducción ya instalada del fallido trasvase desde Portaje. La adjudicación no estará hasta el verano o el otoño, luego hay doce meses para redactar el proyecto y después se tendrá que adjudicar y ejecutar la obra. Nadie le quita 2 o 3 años, como mínimo, para que pueda empezar a funcionar.

Una de las cuestiones que se plantean en el pliego técnico es la reducción del coste energético. Ahora se sube el agua desde Alcántara más de 200 metros hasta un depósito que está en la cota 408 para luego caer hasta la 359 del Guadiloba y volver a subir hasta la 413 de la estación de tratamiento de agua potable que está en la Montaña. Lo que se plantea en el pliego técnico y que se tendrá que recoger en el proyecto es que el agua se pueda trasvasar directamente hasta la potabilizadora sin pasar antes por el Guadiloba.