El alcalde de Cáceres, Luis Salaya, anunció ayer que dimitirá y dejará la alcaldía si la Junta autoriza la mina en Valdeflores. «El PSOE dejará de tener un alcalde en Cáceres porque presentaré mi dimisión, no voy a continuar siendo alcalde si un gobierno socialista permite que salga adelante este proyecto (...) si -la mina- se aprueba por cualquier gobierno socialista, presentaré mi dimisión por pura coherencia», aseguró el regidor.

Es un anuncio de dimisión que para que se produzca tendría que ocurrir algo que el propio alcalde sabe que es muy difícil que pase, «dudo tan poco que apuesto la alcaldía a que -la mina- no va a salir adelante», aseguró. Sus declaraciones de ayer son más que nada una escenificación para reforzar ante la ciudadanía el mensaje de que el partido del alcalde, el PSOE, es contrario al proyecto.

Y fue este viernes porque la tarde del jueves su partido rechazó una propuesta en contra del proyecto de la mina de Valdeflores, una decisión que da pie a las especulaciones de que la Junta, gobernada por el PSOE, podría autorizar la mina y de que hay una división interna en el PSOE extremeño por culpa de este proyecto.

Salaya se curó en salud ante el desgaste político que pueda sufrir su partido en Cáceres por la decisión del jueves en la Asamblea de Extremadura al no apoyar el PSOE la propuesta de impulso (moción) presentada por Unidas Podemos contra la mina. Parte de la ciudad es contraria a la mina, además es la más combativa. Y PP, Podemos y Ciudadanos aprovecharán la ambigüedad del PSOE para criticarlo.

Al mismo tiempo el alcalde lanzó un mensaje claro para que no haya dudas de que su gobierno en el ayuntamiento y él se oponen al proyecto de Valdeflores. Incluso quiso mostrar visualmente que cuenta en ese rechazo a la mina con todo su partido en Cáceres al comparecer ante los medios de información junto a Belén Fernández, secretaria de los socialistas cacereños y diputada en Madrid.

Antes de hacer público su anuncio de que dimitirá si el proyecto de Valdeflores se aprueba, el alcalde se lo comunicó al presidente de la Junta y secretario general de los socialistas extremeños, Guillermo Fernández Vara. En su intervención de ayer, Salaya no mostró ninguna discrepancia con Vara. Todo lo contrario. Se forzó en mostrar que no hay diferencias al asegurar que confía en las palabras del presidente de la Junta de que se respetará el plan de urbanismo de Cáceres, lo que en la práctica significa que la mina en Valdeflores no es posible.

El anuncio de Salaya quedará solo en un titular porque el mismo alcalde recordó ayer las razones por las que la mina es imposible. La primera es que mientras que no se modifique el Plan General Municipal de urbanismo no puede excavarse la mina, «con el plan vigente y sin modificación es imposible que haya una declaración de impacto ambiental positiva y la declaración es necesaria» para que el proyecto pueda aprobarse, reiteró el alcalde.

La segunda es que la Junta «se ha comprometido a no utilizar ninguna figura -urbanística de la legislación autonómica-» para saltarse el plan de urbanismo de Cáceres, recordó el alcalde, que aludió a las declaraciones que la tarde del jueves realizó Vara, quien aseguró que la Junta respetará el Plan General Municipal de urbanismo de Cáceres.

PROPUESTA DE IMPULSO / ¿Por qué se vuelve a hablar ahora de la mina? El grupo de Unidas Podemos en la Asamblea de Extremadura presentó una proposición de impulso o moción en la que se instaba a la Junta de Extremadura a poner los medios técnicos y jurídicos suficientes que permitan un rechazo efectivo al proyecto de la mina. El PSOE presentó una enmienda en la que vinculaba el acuerdo en la Asamblea a que se cumplirían los límites legales establecidos en el plan de urbanismo de Cáceres. Pero a su vez Podemos presentó una enmienda transaccional que recogía lo propuesto por el PSOE, pero añadía que se instaba a la Junta a colaborar y apoyar la declaración de la sierra de la Mosca como espacio protegido, una figura de mayor rango que incrementaría la protección ambiental que ya da a la zona el plan de urbanismo de Cáceres.

No hubo acuerdo y la proposición no salió adelante en el pleno de la Asamblea celebrado el jueves. Solo sacó los votos de Podemos y del PP. El PSOE, mayoría en la Asamblea, y Ciudadanos la rechazaron. El mensaje hacia la opinión pública es que Podemos y PP se oponen a la mina, mientras que el PSOE, que gobierna la Junta, de la que depende el expediente de la mina, y Ciudadanos la apoyan. Todo este debate se produce además en un momento en el que el proyecto de Valdeflores ha perdido peso ante el de la mina de litio de Cañaveral, que sí saldrá adelante.

Vara tuvo que comparecer el jueves por la tarde para explicar la posición del PSOE en la Asamblea. Dio dos razones. La primera fue que la Junta, algunos diputados socialistas tienen también cargos de responsabilidad en el gobierno autonómico, no puede pronunciarse sobre expedientes que están abiertos por la posibilidad de que los promotores del proyecto de la mina pudieran recusarlos, la opción de que todo el expediente acabe en los tribunales está abierta. La segunda, como garantía de que la mina no saldrá, fue que el gobierno autonómico iba a respetar el Plan General Municipal de urbanismo de Cáceres.

Salaya tiró ayer de ironía y felicitó a Podemos, «que quería dar un golpe al PSOE y lo ha dado, aunque haya sido sobre el lomo de la ciudad». El alcalde aseguró que la proposición de alcance se tenía que haber consensuado y que al no haber acuerdo «se tenía que haber retirado». Para Salaya, «ha habido una falta de diálogo» que ha hecho que una moción «que probablemente todos compartían en el fondo» fuese rechazada por «una cuestión de forma», un resultado que «emponzoña más este debate de la mina, en el que nadie sabe qué pasa y en el que los impulsores del proyecto se benefician de la confusión».

Para Salaya, la iniciativa de la mina a cielo abierto en Valdeflores es un proyecto «que entendemos que está varado y encallado y que además va a estar enterrado dentro de un tiempo».