La delegación nepalí encabezada por el presidente de la Asamblea Nacional, Galesh Timilsina, y el alcalde de Lumbini, Man Mohan Chaudhary, acaba de pisar tierra extremeña en lo que se perfila como una visita de seis días (hasta el próximo 12 de abril) para formalizar la declaración de Cáceres como Tierra Sagrada, un trámite indispensable y previo a la construcción en la finca Arropé, situada en las inmediaciones de la base militar del Cefot, del que será el templo budista más grande del mundo.

A las ocho de la tarde ha dado comienzo esa gira institucional con un recibimiento oficial que se celebró en el Hotel Don Manuel en presencia de los concejales Jorge Villar y José Ramón Bello, el diputado de Cultura, Fernando Grande, el presidente de la Fundación Lumbini, José Manuel Vilanova, y la empresaria Pilar Acosta.

El ayuntamiento y la Junta trabajan desde prácticamente el comienzo de legislatura junto a la Fundación Lumbini en esta iniciativa que albergará una estatua de Buda de 40 metros (al ir sobre una cueva llegará a 60) y que se asentará sobre Arropé, finca de titularidad municipal, donde se levantará el centro, con una inversión prevista de capital birmano de 40 millones de euros.