Iniciar el proceso de construcción del centro budista en 2023. Esa es la pretensión de la Fundación Lumbini, promotora de este proyecto cifrado en 40 millones de euros aportados por capital birmano y que se instalaría en terrenos municipales del cerro Arropé, junto a la base militar del Cefot. Esa pretensión la expresó ayer el presidente de la fundación, José Manuel Vilanova, en Mérida, segunda escala del viaje de seis días que la delegación nepalí realiza por Extremadura.

La misión fue recibida ayer en la capital autonómica por el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, y la ministra de Presidencia del Gobierno de España, Carmen Calvo. Durante su intervención, Vilanova aseguró que el templo cacereño atraerá a millones de visitantes de toda Asia, y confió en que, a finales del próximo año, ya se pueda disponer de una primera licencia de obra para poder empezar la construcción del complejo budista y de la gran estatua de 40 metros de altura, en 2023. No obstante, indicó que «se trata de un proceso administrativo que no depende de nosotros, sino de la administración, y estamos supeditados a los tiempos, pero ojalá en 2023 -remarcó- podamos iniciar la construcción».

Visibilidad

La foto de ayer en Mérida viene a mostrar el respaldo sin fisuras que tanto la Junta como el Estado han dado a esta iniciativa. Se hizo visible en la recepción celebrada en la sede de la Presidencia en la que también participaron patronos de la fundación, así como la delegación nepalí, formada por el presidente de la Asamblea Nacional de Nepal, Ganesh Prasad Timilsina; el alcalde de Lumbini, ciudad donde nació Buda, Manmohan Chaundhary, y otras autoridades nepalíes.

Este viaje es el primer acto de los muchos que se celebrarán a lo largo de los próximos dos años en distintos puntos de Europa, hasta finalizar con el nombramiento de Cáceres como Tierra Sagrada por parte de la Unesco, institución que ya otorgó a la capital en 1986 el distintivo de Patrimonio de la Humanidad.

El respaldo institucional no solo quedó patente en una foto, también en la firma de una declaración conjunta de la Junta de Extremadura y de la Fundación Lumbini apoyando este proyecto que, en palabras de Vilanova, «va a convertir a Cáceres en uno de los centros budistas más importantes del planeta, y va a promocionar la imagen de España y de Extremadura».

Una vez finalizada la recepción en la sede de Presidencia, la comitiva se dirigió a la Asamblea de Extremadura, donde fue recibida por la presidenta del hemiciclo, Blanca Martín, y una representación de los distintos partidos políticos con presencia en el parlamento extremeño. Durante su intervención el presidente Vara definió esta semana como «muy especial porque se da comienzo al proyecto de Cáceres como Ciudad de la Paz», y se mostró «firmemente convencido de la bondad de este proyecto, y por eso lo vamos a apoyar».

Precisamente, ese concepto de Ciudad de la Paz fue reiterado por el presidente de la Asamblea Nacional de Nepal, Ganesh Prasad Timilsina, al pedir respeto a la iniciativa. Luego destacó el budismo como una forma de entender la vida desde la paz y la armonía social. Lamentó que la sociedad, en estos tiempos, gaste más en destruir que en construir, y señaló que «para conseguir la felicidad no es necesario volver a nacer ni construir otro mundo, éste que tenemos se puede cambiar para conseguir la paz y la armonía».

El acto finalizó con la entrega de unas estatuillas de Buda hechas en jade blanco al presidente de la Junta, a la presidenta de la Asamblea de Extremadura y al presidente de la Asamblea Nacional de Nepal, y con la visualización de un vídeo sobre lo que significa el proyecto de Cáceres Tierra Sagrada. La vicepresidenta Calvo había recibido previamente una réplica igual.

Hermanamiento

La ronda seguirá hoy en Cáceres con la firma a partir de las 11.00 del hermanamiento entre los ayuntamientos de Cáceres y Lumbini. Después, a las 12.30, el Museo Pedrilla será escenario de la ceremonia de bendición de la unión de las tierras sagradas de Nepal y Cáceres, dirigida por el Rinpoche Chachung. Una vez depositadas las Tierras Sagradas en las vitrinas del museo, los lamas budistas realizarán la ceremonia de rezos y bendiciones.

Por la tarde, a las 16.30 en el Complejo San Francisco, se firmarán los acuerdos entre la Fundación Lumbini Garden y la Diputación de Cáceres, que incluyen el depósito de la estatua de jade blanco y las tierras sagradas en la casa Museo Guayasamín. Una hora más tarde se inaugurarán las Jornadas Culturales por la Paz entre Oriente y Occidente.

A la cita se sumarán, entre otros, Manuela Carmena, exalcaldesa de Madrid, o Shlomo Ben Ami, exembajador de Israel y líder del proceso de paz palestino israelí. Los actos terminarán el próximo sábado con la visita al Cerro Arropé para la sacralización del lugar donde se levantará el mayor templo budista del mundo.