El grupo de arquitectos de Nepal alargará su estancia en Cáceres para seguir perfilando los trámites urbanísticos que deben culminar en la construcción del templo budista más grande de Occidente en terrenos municipales del Cerro Arropé, situados junto a la base militar del Cefot.

La alcaldesa en funciones María José Pulido habló ayer de los actos de hermanamiento que tuvieron lugar la semana pasada durante la visita que una delegación nepalí formada por más de medio centenar de personas realizó a la capital. En ella se selló el acuerdo con la ciudad de Lumbini para que esa obra, financiada con 40 millones de euros de capital birmano, se haga realidad. La Fundación Lumbini, presidida por el empresario José Manuel Vilanova, está detrás del proyecto.

Pulido recordó que ha sido una semana «intensísima de actividad y muy fructífera». Señaló que organizar la visita coincidiendo con el coronavirus ha supuesto un gran esfuerzo tanto diplomático como sanitario. Insistió en que «estamos ante un proyecto que tiene consistencia» y que las reuniones se van a seguir sucediendo entre los técnicos nepalís y del ayuntamiento cacereño.

«Es un proceso complicado, no nos queremos agobiar con los plazos, pero nos vamos acercando a tener el complejo. Es un proyecto presente», remarcó la edil, quien incidió en que la Junta de Extremadura está trabajando paralelamente en el Plan Especial, figura fundamental para que el cerro tenga la catalogación necesaria que requiere esta iniciativa.

Pulido, alcaldesa en funciones, recordó que la semana pasada fue «intensísima de actividad y fructífera»

Entretanto, el alcalde Luis Salaya, todavía convaleciente por una operación de amígdalas, dijo en su red social de Twitter que «la proyección internacional que gana Cáceres con el proyecto de la Fundación Lumbini Garden es un hecho innegable después de los actos de la pasada semana. Nos presentamos al mundo -remarcó- como la paz como credencial, como un punto de referencia entre Asia y Europa».