En el año 2001, hace ahora 20 años, tuve el privilegio de realizar un trabajo de investigación sobre el último de los teatros construidos en Cáceres, nuestro Gran Teatro. El motivo del encargo era efectuar una pequeña publicación que sirviese para difundir el rico pasado de un espacio escénico que cumplía 75 años de vida y servicio a la ciudad y a sus gentes. Indagar sobre los orígenes del Gran Teatro no fue una labor fácil, principalmente porque no existía un archivo propio de este espacio. Su archivo había terminado sus días en un contenedor de obra, durante la reforma a la que se sometió el teatro cuando es adquirido por la administración. Aquel trabajo, presentado en el acto de celebración del 75 Aniversario, fue titulado “Un Gran Teatro”, un enunciado que trataba de resumir en sus páginas la evolución de la vida teatral en Cáceres a partir de la apertura del que ha terminado por ser el único teatro inaugurado en Cáceres en los últimos 95 años.

El Cáceres de 1926 poco a nada tiene que ver con la ciudad del tiempo presente. Las carencias estructurales en materia de educación o sanidad afectaban a gran parte de la población, siendo la ciudad testigo de una serie de desequilibrios que impedían el desarrollo de servicios básicos, como era tener un teatro digno que fuese un estímulo para el desarrollo y el progreso de la población. Los viejos teatros de la villa o habían desaparecido, el “Variedades” cerró sus puertas en 1914, o se encontraban en un estado lamentable como el “Principal” que según la prensa en 1922 era un teatro ” viejo, antiestético y antiartístico “. Desde su inauguración el 1 de junio de 1802 ,el “Principal” ha sido el local más longevo de la historia teatral cacereña. Estuvo abierto hasta 1923, cuando fue cerrado después de más de 120 años de presencia en la vida cultural de la vieja villa. 

Otros teatros interinos que se asentaron durante años en espacios públicos, como la Plaza de San Juan, fueron calificados por sus coetáneos como vulgares “cobertizos” o como simples casetas incómodas donde se realizaban espectáculos de todo tipo. Sin duda alguna, Cáceres necesitaba un teatro que fuese distintivo de modernidad y de futuro. El nuevo teatro debía servir para que fuese el marco donde pudiesen intervenir ”comediantes famosos y comediantes vulgares” y para que por su escena pudiesen desfilar “compañías de versos y de zarzuela” según sus propios promotores.

El 23 de abril de 1926, después de 23 años de gestiones, se inauguraba el Gran Teatro en un solar de 2686 m² en la esquina que formaba la calle de San Antón con la calleja del Resbalón, junto al lugar donde, hasta 1890, había estado la ermita de San Antón. Desde entonces el Gran Teatro forma parte de la historia y de la vida cultural de la ciudad que lo vio nacer. Ha conocido épocas de incertidumbre, guerras y conflictos. Por sus tablas ha desfilado todo tipo de géneros y artistas; música, teatro, cine, actos cívicos y religiosos han tenido cabida en un lugar que se encuentra en la recta final que le debe conducir hasta su centenario. 

Es necesario el inicio de un programa de actividades de contenido histórico, bibliográfico, académico y artístico que nos debe trasladar hasta abril de 2026, cuando se celebre el primer centenario de nuestro Gran Teatro, testigo del ayer y del hoy de la ciudad desde hace un siglo. Un lugar presente en la memora colectiva por méritos propios. No siempre tenemos la oportunidad de celebrar el centenario de un teatro en nuestra ciudad. Estamos expectantes.

*Cronista oficial de Cáceres