La Estrategia Logística de Extremadura, que se presentó el pasado febrero, incorpora a Cáceres como una de las cuatro poblaciones de la región que tendrá un parque logístico. El fin, además de la atracción de empresas, es garantizar la adecuada inserción de Extremadura, y por tanto de Cáceres, en la red transeuropea de transporte a través del corredor atlántico. En el pleno que la corporación local celebró el jueves se abordó cómo pasar de esta teoría a la práctica, tarea que no es nada fácil porque en los últimos años no se ha podido desarrollar suelo industrial.

Pese a que populares y socialistas, los únicos que han gobernado la ciudad desde 1983, se responsabilicen unos a otros de esa falta de desarrollo, lo cierto es que no hay ese desarrollo porque no hay demanda. Si a esto sumamos que el suelo es privado, el resultado es que su urbanización es bastante complicada. Los propietarios privados no se agruparán ni asumirán el coste de la urbanización del suelo si no tienen una perspectiva de negocio a corto o medio plazo. Un ejemplo es la ampliación de Capellanías por el norte, planificada hace años y con una ordenación que no se acomete.

Por eso en este punto es importante la iniciativa pública y por esto es muy positivo que en el pleno de la corporación se hablase de este asunto porque Cáceres no está preparada para acoger una gran iniciativa empresarial, carece de suelo suficiente que esté ordenado, pese a que es el municipio más grande de España.

Lo ideal es que el suelo fuera de propiedad municipal, de tal manera que se pudiera promover una iniciativa pública para ofertarlo, una vez urbanizado, en las mejores condiciones, incluso por debajo del mercado. Si no se cuenta con este suelo, el ayuntamiento tiene que estar al lado de los propietarios para que se urbanice. 

El Plan General Municipal de urbanismo de 2010 hace una reserva enorme de suelo con el uso industrial como el fin principal o compatible con el terciario. Eso lleva diez años por escrito, más años lleva la ampliación de Capellanías por el norte, y no servirá de nada si desde la administración municipal no se convence a los propietarios para que lo desarrollen, no los sectores enteros que aparecen en el plan, pero sí parte de los mismos, por fases, como se ha hecho con el ferial para que al menos sea posible sacar terreno para usos terciarios (comercial).

De las intervenciones en el pleno destacó la del portavoz del gobierno, Andrés Licerán, que sin decirlo claramente, sí dejó entrever que hay esos contactos y que es uno de los asuntos en los que ya se ha puesto a trabajar la nueva directora de la Oficina de Desarrollo Urbano. Licerán habló de que se cuenta con la sociedad civil y con fundaciones, lo que facilitaría el desarrollo del suelo con una iniciativa abanderada por la entidad local. De lo que se trata es de que ese suelo, o una parte del mismo, se pueda urbanizar, ya que si no es así ocurrirá como ahora, que se habla de una fábrica de cátodos en la provincia de Cáceres y en la capital no pueden ofrecer de una forma inmediata una parcela que reúna todas las condiciones para que fuese la primera candidata no solo de ese proyecto, sino de otros. Hay suelo industrial y ordenado, como en Capellanías y en Mejostilla, pero poco más, ni Charca Musia ni el polígono ganadero son una opción viable.