Fue un fraude. El Juzgado de los Social Número 1 de Cáceres ha estimado la demanda interpuesta por la Seguridad Social contra la empresa cacereña Sferaone Solutions & Services SL, que forma parte de Gamma Solutions, por contratar a 85 becarios que en realidad eran empleados encubiertos porque hacían «labores idénticas a las de los trabajadores de plantilla».

Selecciona a su personal a través de plataformas como Linkedin o Infojobs, donde busca principalmente recién licenciados en grados técnicos con conocimientos en el mundo de la telefonía y las renovables sin experiencia. Se incorporan con una beca de un año que se transforma después en un contrato de prácticas de dos años. Luego pueden ser contratados por obra o de forma indefinida.

Durante todo ese periodo la empresa solo aporta a la Seguridad Social la cotización correspondiente para un contrato de formación y aprendizaje, por lo que los afectados no tienen derecho a paro. La Seguridad Social podrá reclamar ahora lo que dejó de percibir, unos 400.000 euros.

Una vez que entran en la empresa se les pide que realicen un curso (lo selecciona el becario) que debe realizar en seis meses, si no lo acaba o se marcha antes, debe abonar lo que ha costado. En cambio la empresa no les tutoriza, ni siquiera ha podido acreditar que esos cursos se hayan llevado a cabo.

En los contratos firmaban acuerdos de confidencialidad, «lo que implica -dice el juzgado- que el becario va a tener acceso a información sensible», y de exclusividad. E incluye una cláusula que especifica que si faltan más de un día al trabajo serán despedidos.

Precisamente la situación se descubrió tras la denuncia de un afectado, lo que propició una inspección de trabajo que terminó con la denuncia de la Seguridad Social. Del informe que realizó Trabajo a través de entrevistas realizadas a los becarios se ha comprobado que cobraban entre 600 y 900 euros y que no había un itinerario formativo ni tutorización, de hecho algunos estaban controlados por otro becario. En sus declaraciones aseguraron que el trabajo que realizaban estando en prácticas era el mismo -sin distinción- que el que llevaban a cabo después, con un contrato laboral. La sentencia no es firme y puede recurrirse al TSJEx.