Están en un limbo. Así es como se describen los más de 200 docentes cacereños que aún no han sido vacunados. Y están en pie de guerra porque consideran que se les discrimina. El problema surgió cuando se paró, el pasado 16 de marzo, la administración de AstraZeneca, fórmula que se les estaba inyectando a los menores de 55 años pertenecientes a los considerados grupos prioritarios. Muchos ya tenían cita para ser inoculados pero, al frenarse la vacunación, nunca se les volvió a llamar para ello.

A los días se reanudó la inmunización con esta misma vacuna pero nunca fueron incluidos en las listas de Educación. Muchos lo reclamaron y se corrigió el error, pero de nuevo se paralizó la inoculación con esta fórmula y ahora ya no podrán ser inmunizados con carácter prioritario. Según el último protocolo deberán esperar a que finalice la vacunación de los mayores de 60 años y se les administrará con la fórmula que esté disponible en ese momento (no se aclara cuál será). Esto supone que muchos serán inmunizados después de que finalice el curso escolar por lo que exigen que se rectifique y se les vuelva a considerar esenciales.

Según ha podido saber este diario, en esta situación se encuentran al menos, unos 35 profesores del instituto El Brocense, más de medio centenar del Téllez, unos 20 del Pacheco,... Muchos se han puesto en contacto en varias ocasiones con la Consejería de Educación y con Sanidad, pero se limitan a responder «que todo ha sido fruto de las diferentes paralizaciones de AstraZeneca». Ellos quieren una solución.

«En uno de los correos que les envié me reconocieron que podía haber habido un error pero que entendiera que es difícil organizar las listas. Lo difícil es meterse en una clase con 25 adolescentes en un espacio cerrado», afirma Eva Gómez, una de las afectadas. En su centro, por ejemplo, sigue habiendo positivos entre el alumnado y varios compañeros confinados. «Vamos a pelo a trabajar y nosotros también tenemos nuestras familias», protesta esta docente.