En lo más alto. Desde el balcón del edificio que representa a todos los cacereños, el ayuntamiento, San Jorge volvió a coronar este viernes la ciudad tras un año en blanco. Fue la concejala más joven de la corporación, Paula Rodríguez, la encargada de tremolar el pendón del patrón desde el balcón del consistorio después de un culto en la concatedral reducido en aforos en el que estuvieron presentes tanto la corporación municipal al completo como autoridades políticas, civiles y militares de la capital.
Las autoridades estuvieron escoltadas en todo momento por la asociación fraternal San Jorge, uniformada de gala para la ocasión. Este acto dio cierre a la jornada solemne en honor al patrón este 23 de abril, que arrancó antes de media mañana con una procesión cívica hasta Santa María, templo en el que tuvo lugar la misa. Pasadas las 12.30 horas, la comitiva regresó a la plaza Mayor, donde la banda municipal hizo sonar el himno nacional y El Redoble. Captó la ceremonia popular el interés de decenas de cacereños, que formaron una hilera para presenciar el momento, incluso algunos bailaron al ritmo del folclore.
En declaraciones a este diario, la presidenta de la asociación fraternal San Jorge, Inmaculada Hernández, aplaudió la recuperación tras el año de parón por el coronavirus y la consolidación en los últimos años del acto tradicional por el patrón. «Hace años solo se centraba en lo lúdico, en la quema del dragón, y nosotros tenemos que cuidar y conservar nuestras raíces, es importante para saber de dónde venimos», puso de manifiesto.
A continuación, la sala Clavellinas acogió el tradicional homenaje que con motivo del día del patrón realiza el ayuntamiento a los trabajadores municipales jubilados. En este caso, la ceremonia aglutinó las jubilaciones de 2020 y 2021, que recibieron un obsequio de manos del alcalde y del portavoz del equipo de gobierno. En el acto hubo una especial mención para los empleados fallecidos a causa de la crisis sanitaria.
