Faltan nueve días para que entren en vigor las modificaciones del Reglamento General de Circulación. Los cambios son realmente significativos porque afectan a buena parte de las calles. Si a partir del 11 de mayo un conductor circula a 55 km/h por cualquier vía con un solo carril por sentido, por ejemplo Alfonso IX, calle Ávila, Margallo o Santa Luisa de Marillac, puede preparar 300 euros de multa y despedirse de dos puntos del carnet. Idéntica sanción si transita a 41 km/h por Fuente Nueva o Damas, ya que tienen las aceras y la calzada al mismo nivel. Pero además no será posible superar los 50 km/h ni siquiera en las vías que circundan Cáceres, tampoco en la futura ronda Este.

Esta modificación, aprobada en el Consejo de Ministros el pasado 10 noviembre, ha tenido seis meses de plazo para que los ciudadanos pudieran informarse y las administraciones locales adaptaran la señalización y/o las infraestructuras. Desde el 11 de mayo, los nuevos límites de velocidad en ciudad serán ya aplicables: 20 km/h en vías que dispongan de plataforma única de calzada y acera (mismo rasante); 30 km/h en vías de un carril por sentido de circulación; y 50 km/h en vías de dos o más carriles por sentido.

Las calles con las calzadas al mismo nivel de las aceras se reducen a 20 km/h. Es el caso de las plataformas únicas que se han ido creando en las nuevas áreas peatonales. En la foto, calle Pizarro. FRANCIS VILLEGAS

Estos cambios se realizan por seguridad. Según el propio Gobierno, reducirán hasta cinco veces el riesgo de fallecer a causa de un atropello. De ahí que sean obligatorios para todo tipo de vehículos independientemente de su propulsión (gasolina, gasoil, híbridos...). Pero de paso se espera que tengan un impacto positivo en las emisiones. Además, recortarán a la mitad el ruido ambiental en las zonas donde los coches circulan a menos de 30 km/h.

Las calles de un carril por sentido, o simplemente de un solo carril, bajan de 50 km/h hasta 30 km/h. En la foto, ronda del Carmen. FRANCIS VILLEGAS

Cáceres se encuentra prácticamente lista para el cambio. Así lo explica el concejal de Fomento, Infraestructuras y Seguridad, Andrés Licerán. «La zona centro está muy adaptada porque desde 2019 limitamos una treintena de calles a 30 km/h para tejer una red de itinerarios donde el coche comparta espacio con los Vehículos de Movilidad Personal (VMP), como bicicletas y patinetes», indica el edil. «Por ello, los principales cambios en calles de un solo carril por sentido se apreciarán sobre todo en los barrios, que pasarán de 50 km/h a 30 km/h», precisa.

También serán notables las modificaciones en la ronda Norte, que bajará de 80 km/h en algunos tramos a un máximo de 50 km/h en todo el trazado. Así ocurrirá también con la futura ronda Este y con la variante de la N-630. Todas ellas se consideran vías urbanas y por tanto no permitirán superar dicha velocidad, al igual que el resto de las vías de dos carriles por sentido. Algunas, como Hernán Cortés, Héroes de Baler, Rodríguez de Ledesma o avenida de España, ya tienen incluso un carril a 30 km/h para compartir con bicis o patinetes.

«Consideramos que es la mejor forma de garantizar la seguridad. En la ronda Norte hemos llegado a medir velocidades de 100 km/h y superiores», revela Andrés Licerán, que ha solicitado un informe tanto a la Jefatura de la Policía Local como a la Sección Municipal de Infraestructuras «por si hubiera que reformar la señalética en alguna zona concreta, pero por lo general no se necesitará al no poderse superar prácticamente en toda la ciudad los 50 km/h», matiza el concejal. Además, «dentro del casco urbano no vienen señalizados los límites de las calles, y en ningún caso exceden de 50 km/h».

Lo que sí está claro, agrega Licerán, «es que toda la ciudad, desde el centro hasta los barrios, va a ganar en seguridad. En las urbes donde se han aplicado estos cambios, la siniestralidad se ha reducido». De hecho, si la velocidad del vehículo que impacta contra el viandante es de 30 km/h, la probabilidad de fallecer se sitúa en un 10%; pero si la velocidad sube a 50 km/h, ese riesgo de fallecimiento se eleva al 90%. «Y aunque Cáceres no se considera una ciudad especialmente insegura, puesto que registra una incidencia baja en este sentido, cualquier atropello genera mucha alarma y la nueva normativa nos va a ayudar bastante», reflexiona Andrés Licerán.

Una modificación que además «viene a reforzar el modelo de ciudad por el que hemos apostado desde un principio, con una movilidad sostenible, una mejora medioambiental y más seguridad para el peatón al caminar por la calle», subrayan desde el equipo de Gobierno. Aun así, durante los primeros días la policía actuará de modo «flexible» y recordará los cambios, pero esto no descarta que comiencen a sancionarse conductas peligrosas. «La norma llega para cumplirse», matiza el edil.

Se establecen multas de 100 euros si se incumple el límite establecido; pero también de 300 euros y 2 puntos si se rebasa en más de 20 km/h; de 400 euros y 4 puntos si se supera en más de 30 km/h; y de 600 euros y 6 puntos si se sobrepasa en más de 50 km/h. Además, ciertas situaciones pueden llegar a considerarse delitos y tramitarse en consecuencia por vía penal.

El problema es que el tráfico en la ciudad resulta bastante complejo y, en una misma calle, los conductores pueden encontrar distintas situaciones: carriles con diferente velocidad, tramo destinado a bicis, carril para buses... Por ello, la DGT y la FEMP han elaborado un manual con todas las combinaciones posibles (hasta 32), disponible en la web de la DGT.

Las autoescuelas hablan

Por su parte, desde la Asociación Provincial de Autoescuelas, su presidente, Francisco García, considera adecuados los cambios para ganar seguridad en la trama urbana. «El límite de 20 km/h en calles sin aceras es importante porque hay más riesgo». También estima coherente la bajada de 50 km/h a 30 km/h en vías estrechas de un solo carril por sentido. Sin embargo, cree que en ciertas calles más anchas quizás habría que valorar dejarlas a 50 km/h, tal y como permite la modificación del Reglamento General de la Circulación, siempre que estén señalizadas.

«Los ayuntamientos deberían estudiar la densidad del tráfico y los peatones para adecuar cada circunstancia, porque quizás algunas vías de 50 km/h habría que reducirlas a 30 km/h, y otras de 30 km/h podrían permanecer a 50 km/h», explica Francisco García, que considera importante la fluidez del tráfico.

En todo caso, insta a crear más pasos de peatones y poner semáforos para los viandantes «porque dan seguridad». «Pero lo más importante: si se enseñara seguridad vial desde la infancia, la situación mejoraría bastante», afirma.

Los taxistas, conformes

«Si todos estos cambios son para mejorar el tráfico y conseguir una mayor seguridad vial, hay que adaptarse. Tenemos que aceptar las normas que sirven para salvar vidas». Así lo explica Vicente Mendoza, presidente de la Asociación Radio Taxi en Cáceres, un sector con más de cien profesionales que conocen la trama urbana al dedillo.

«Ésta no es una ciudad donde se corra en exceso, pero sí hay zonas donde se pisa el acelerador como la Ronda Norte o Hernán Cortés», señala Mendoza. Y si el límite está en 80 km/h (caso de la ronda Norte) «hay quien supera los 90 km/h». A ciertas velocidades, los accidentes resultan graves.

El hándicap de los nuevos cambios será probablemente «la fluidez del tráfico», que a menor velocidad puede resentirse. «Pero tenemos que mentalizarnos y cambiar actitudes en la conducción que se han mantenido durante años», subraya el presidente del taxi. Además, hay casos claros como la zona monumental y aledaños, «donde ni se puede ni se debe ir más rápido».