Un jaque mate en menos de tres minutos. Pedro levanta el brazo en señal de victoria. Al otro lado del tablero --virtual--, un contrincante desde Estados Unidos. A tan solo unos metros, en otra mesa, se encuentra Álvaro. Su rival es ruso. Ambos cumplen condena en la cárcel de Cáceres II y ambos se encuentran entre los cinco seleccionados este martes para representar a España en una competición con prisiones de otros cuatro países organizada por la Federación Internacional de Ajedrez y que tiene como padrino al mismísimo gran maestro de los tableros Anatoli Karpov. 

Si hay algo que les una es la afición al ajedrez, un hobby a Álvaro le acompaña desde la infancia. «Yo juego desde pequeño, jugaba con mi padre», sostiene Álvaro. Tiene 32 años. En el centro penitenciario Cáceres II lleva tres meses y le quedan otros cuatro. Para evadirse de las horas en prisión lo tiene claro: echa mano de la estrategia y de la astucia del tablero. «Cuando juego al ajedrez es como si no estuviera aquí dentro, me saca fuera de la prisión, al exterior», pone de manifiesto a este diario. 

Todos los internos seleccionados en la competición internacional de este martes participan en un taller ofrece el club Magic Extremadura dentro de su programa en cárceles que arrancó en 2009. En declaraciones a este diario, el portavoz del club Magic, Juan Antonio Montero, insiste en la «faceta social y terapéutica» del ajedrez para los reclusos de cara a trabajar para su reinserción y superar sus adicciones. «La forma de enseñar no es la clásica, enseñamos estrategia, no queremos grandes jugadores, queremos que el ajedrez ayude», pone de relieve. En ese sentido, el club Magic destaca la labor de la dirección de la prisión para llevar a cabo su labor. Reitera Montero que lo importante de la competición no es ganar el oro. Lo hace sin reparar en que, más allá del puesto que ocupe España en el podio, la victoria ya es colectiva.