Cuando no existía el periodismo moderno los cronistas fueron los depositarios de la actualidad. Lo escribieron en su primer artículo en El Periódico Extremadura, fechado en 2012, Santos Benítez Floriano y Fernando Jiménez Berrocal que desde entonces publican semanalmente en este diario su ‘Blog del cronista’, un repaso a la historia de la ciudad de Cáceres de un valor incontestable. A largo de este tiempo, nada menos que 10 años, los autores han recopilado 400 entregas; 200 de ellas se editaron en un libro en 2016; ahora, las otras 200 acaban de ver la luz en otra novedad editorial que se presentó ayer en el Palacio de la Isla.

Fue un acto que sirvió de antesala a la cita con los lectores el próximo mes de junio en la Feria del Libro. Los dos autores, cronistas oficiales, mostraron su trabajo en presencia del alcalde, Luis Salaya, y del director de este rotativo, Antonio Cid de Rivera. También acudió el responsable de Tau Editores, Antonio Burillo, encargado de dar forma a estos dos volúmenes con fotos magníficas de Juan Ramón Corvillo que con el título ‘200 crónicas cacereñas más’ ya puede adquirirse en las librerías al precio de 20 euros.

El alcalde destacó que los dos cronistas oficiales cacereños y el periódico «forman un tándem inmejorable»

Durante su intervención, el alcalde destacó que los cronistas y el periódico «forman un tándem inmejorable porque se unen con un diario que durante muchísimos años, y sigue siendo así, ha recogido las pequeñas historias de la ciudad, que nos hace ser como somos». El regidor avanzó que en sus páginas encontraremos «personajes como Francisco de Carvajal y Sande, mecenas relevante; Ángel Pérez, arquitecto municipal y uno de los mayores propulsores del ensanche cacereño, o las primeras mujeres que participaron en un mitin obrero en Cáceres: Isabel Reyes (sastra) y Francisca Pérez (modista), ambas militantes de UGT».

El director de El Periódico, que recordó que dentro de dos años el Extremadura cumplirá un siglo al servicio de los lectores, valoró que «contar con los dos cronistas oficiales como colaboradores semanales es un lujazo». Cid de Rivera ensalzó igualmente la importancia del periodismo local, que cuenta lo que le sucede a la gente en su propio entorno.

Benítez dijo que la pretensión del libro es que los «lectores amen la ciudad y vengan a conocerla». Berrocal agradeció al ayuntamiento su implicación en el trabajo de los cronistas, «no solo a la hora de escribir las crónicas sino para otros asuntos como los informes sobre la historia local, la concesión de la medalla de la ciudad o el nombramiento -concluyó- de hijos adoptivos y predilectos».