El mismo paseo desde la perspectiva de una niña de 10 años, una madre que camina acompañada pro un niño de 4 años o una anciana que empuja un carro de la compra. Es el ejercicio que se llevó a cabo ayer dentro de la actividad ‘Hablemos del barrio. Aldea Moret’ enmarcado en un proyecto de la Fundación Mujeres y la Asociación de Derechos humanos de Extremadura que ha trabajado en el barrio el urbanismo desde una perspectiva feminista. En el paseo participó el alcalde Luis Salaya, que ratificó que «la experiencia no hace más que reforzar la idea que tenemos en el equipo de gobierno de replantear el urbanismo desde una perspectiva feminista, que no es más que una perspectiva inclusiva de todas y cada una de las personas que viven en la ciudad», señaló. 

La arquitecta Isabel Martín dirigió la actividad, que planteaba dos itinerarios por el barrio con tres paradas en espacios públicos y tres tramos para llegar a cada uno de ellos, analizando en cada caso cómo es la calidad de ese espacio público atendiendo a la proximidad, diversidad, autonomía, vitalidad y representatividad, los elementos que resalta el urbanismo feminista. «Tradicionalmente las ciudades han sido construidas sobre la base de las necesidades de un hombre blanco con capacidad económica suficiente y con autonomía física», recordó, sobre el modelo de ciudad que buscan revertir. 

Tres años

Fundación Mujeres lleva tres años trabajan en el barrio con un proyecto más amplio del que surgió esta iniciativa al abordar «la percepción de inseguridad de las mujeres en relación con el urbanismo», explicó Yolanda Caballero, técnica del área de Educación para la Ciudadanía. Ya se hizo otro paseo antes con mujeres del barrio en el que se pusieron de relieve cómo la ciudad estaba concebida por y para hombres. «Es cierto que las conclusiones de esa actividad no son válidas para justificar políticas públicas porque la muestra es pequeña, pero sí nos indican que es una metodología válida para acercarse al barrio», insistió.