El hotel de lujo en Casa de los Paredes Saavedra encara su recta final con el propósito de abrir antes de que concluya este año. La obra para acondicionar el antiguo palacio en la calle Ancha se han prolongado durante tres años después de que Toño Pérez y José Polo, dueños de Atrio Relais & Châteaux, adquirieran el palacio para restaurarlo y darle uso. La reforma se ha centrado en este periodo en rehabilitar la infraestructura de un inmueble que data del siglo XIV y que luego fue reformado dos siglos más tarde y acondicionarla como alojamiento hotelero. Ahora, según concreta a este diario José Polo, las tareas afrontan ya una última fase de remates, la antesala a que se amueble y culmine detalles para arrancar la actividad, prevista en un primer momento para verano pero pospuesta debido a las circunstancias excepcionales de la pandemia y a la labor minuciosa de carpintería que se está llevando a cabo en las habitaciones. «No tenemos prisa, lo que nos interesa es que quede bien», sostiene. 

En este momento ya los operarios trabajan en la planta baja de las tres que componen el inmueble y aparte de los revestimientos de madera, las tareas se centran en corregir y resolver cuestiones para que encajen con el proyecto diseñado por profesionales de la arquitectura que encabeza Emilio Tuñón, el mismo arquitecto que ideó el hotel Atrio y que décadas más tarde ha diseñado también el recién inaugurado edificio del museo Helga de Alvear en la capital cacereña. La reforma, que alterna arquitectura de vanguardia con tradición, ha estado orientada a conservar la infraestructura del palacio original y para sorpresa, ha dejado al descubierto elementos como una ventana del siglo XIV. 

Tal y como precisa a este diario Polo, en total el inmueble abarca 1.500 metros cuadrados en los que se repartirán once suites de lujo. Cada habitación contará con mínimo 60 metros cuadrados y 120 metros cuadrados como máximo. Entre otros detalles, bañeras de mármol valoradas en 30.000 euros y grifos valorados en 4.000 euros. La estimación es que el precio por noche no baje de los 800 euros. El propósito es que Casa Paredes se convierta en el hotel de lujo «más exclusivo» del país. 

Con respecto al futuro de otro de los edificios que adquirieron también en pleno corazón monumental los propietarios de Atrio, el palacio de Carreteras, Polo asegura que de momento aguardarán a que concluya y abra el hotel de Casa Paredes y aguardar a la evolución de la crisis sanitaria para emprender un nuevo proyecto. «Lo retomaremos cuando veamos un poco la luz», asegura. 

Incide, en ese sentido, en las dificultades que ha supuesto para los alojamientos hosteleros afrontar este año con la caída del turismo. En esa línea pone de relieve que la intención es que Atrio concluya el ERTE en el que se encuentra en julio y por otro lado, muestra su satisfacción y la colaboración de la ciudad en la acogida al restaurante Torre de Sande. «Tenemos mucho que agradecer a los cacereños, el propósito era crear riqueza y empleo», concluye.