“Estamos convencidos de que a esto ya le queda poquito y esperemos que no tengamos que lamentar ningún susto”. Son palabras del alcalde, Luis Salaya, que la mañana de este miércoles ha visitado el centro de vacunación del palacio de congresos. Los datos en la capital cacereña continúan mejorando y la incidencia acumulada a 14 días se sitúa ya en 44 casos por cada 100.000 habitantes y en 12 a una semana. “Los datos mejoran a muy buen ritmo, la semana que viene veremos datos muy bajos. Aparecemos en la tabla en color amarillo, lo cual es una alegría después de haber estado tanto tiempo en rojo. Parece que la vacunación va surtiendo efecto”, incide el alcalde.
La ciudad ha dejado atrás el nivel de alerta 1 y entrado ya en lo que se denomina “nueva normalidad”, en cambio no se relajarán las medidas decretadas. “La Junta de Extremadura acertó cuando decidió homogeneizar medidas en toda la región y ha dado muy buen resultado. Funcionan mejor las medidas cuando se aplican en ámbitos territoriales amplios, por tanto, tenemos que ir al ritmo que marque Extremadura y como esto cambia por semanas vale la pena esperar un poco y evitar que tengamos rebrotes”, ha incido el regidor cacereño.
Esta mañana están citadas para vacunarse los usuarios nacidos en 1969 y en 1970 (unas mil personas), a los que se les está inoculando Pfizer. Y ha animado a todos los cacereños a acudir a las citaciones para proceder a su inmunización. “Después de todo lo que hemos pasado, lo mínimo que podemos pedir es que se cumpla con la vacunación. Es por el bien todos”. La previsión es que a principios de junio se comience ya a vacunar a los de 40 a 49 años.
Por otro lado, Salaya ha recordado que este fin de semana se intensificará la vigilancia por el puente de San Fernando, para controlar que se cumplen las medidas covid. “Que todo el mundo disfrute y que se hagan las cosas lo mejor posible, evitemos relajarnos ahora”, ha dicho. Aunque ha añadido que no se tiene previsión de que se vayan a crear aglomeraciones, a juzgar por lo ocurrido durante las cañas del día de Nochebuena. “En Nochebuena habíamos preparado un dispositivo policial inmenso para evitar las cañas y al final no salió casi nadie. Creo que aquí va a pasar un poco lo mismo, la gente es mucho más responsable de lo que pensamos”.