Más de 7.700 firmas en un mes para que la cárcel vieja de Cáceres se convierta en un centro que recuerde a las víctimas de la represión franquista. La campaña que inició la asociación Memorial en el Cementerio de Cáceres (Amececa) el pasado abril recaba apoyos virtuales en la plataforma Change.org para que se le de uso al edificio de la antigua prisión provincial en la avenida Héroes de Baler, cerrado desde 2009 y en estado de abandono, como espacio de memoria histórica, los derechos humanos y la paz. 

El propósito, recalca la asociación, es resignificar el edificio, una de las cárceles en la que entre los años 40 y 50 «entre 450 y 500 personas abandonaron los muros de la prisión para ser asesinados y 150 murieron dentro». Este proyecto sigue la estela de otras ciudades como A Coruña o Segovia que han dado una nueva vida a sus antiguas prisiones también con un pasado relacionado con la dictadura. Del mismo modo, piden que se declare al edificio Bien de Interés Cultural (BIC) por su valor patrimonial e histórico. 

De manera paralela a la campaña online, también recoge el colectivo firmas en formato presencial para que la administración materialice esta propuesta. Estas dos acciones vuelven a poner sobre la mesa una petición histórica del colectivo que recuperó hace dos años. La petición, aunque tiene como objetivo llegar a las administraciones locales y regionales, está dirigida directamente al gobierno central, propietario del inmueble. 

De momento, el ayuntamiento ya ha asegurado que su rehabilitación no se encuentra entre las prioridades municipales. Hace años el propio consistorio negoció con Instituciones Penitenciarias para adquirir la propiedad pero el acuerdo no se materializó por cuestiones administrativas. Precisamente, durante esos trámites, técnicos elaboraron un informe que estima que su rehabilitación alcanza un coste de 12 millones de euros. Al margen de la petición de Amececa, en esta última década varios proyectos se han interesado en el inmueble pero ninguno ha llegado a buen término.