El Juzgado de lo Penal número 1 de Cáceres ha condenado por llamar casi una veintena de veces con número oculto, la mayoría de ellas de madrugada, al responsable médico del Cefot, lugar en el que también trabajaba el acusado.

La sentencia condena al acusado como criminalmente responsable de un delito leve de coacciones a la pena de un mes de multa, con una cuota diaria de seis euros y una responsabilidad, en caso de impago, de un día de privación de libertad por cada dos cuotas diarias no satisfechas; así como al pago de las costas procesales.

También indemnizará como responsable civil directo con 2.000 euros más. La sentencia es firme al haber sido notificada a las partes verbalmente, manifestando su voluntad de no recurrirla.

Se consideran hechos probados que el acusado, de "manera sistemática" y sin que conste las razones para ello, utilizando un número de su titularidad realizó casi una veintena de llamadas entre los meses de agosto a octubre de 2019 a con identidad oculta, la mayoría de ellas en horario de madrugada.

Las primeras llamadas se recibieron en el teléfono fijo del domicilio, aunque, tras ello, el perjudicado dejó desconectado ese teléfono, dado que se producían a altas horas de la madrugada, desconociendo por tanto si el acusado siguió llamando al mismo, pero sí que en el teléfono móvil recibió el resto de ellas.

Todas las llamadas se realizaban desde un numero oculto y cuando el perjudicado contestaba no recibía respuesta alguna. Dicho perjudicado era en el momento de los hechos, el oficial responsable del servicio médico del Cefot, lugar en el que también trabajaba el acusado.

De este modo, y por razones laborales, debía tener el móvil operativo y con sonido por si recibía alguna llamada por urgencia médica.

Estas llamadas ocasionaron una "fuerte ansiedad, angustia y desasosiego" en el hogar del perjudicado, interrumpiendo e impidiendo a la familia el oportuno descanso, según se recoge en la sentencia.